Doncic hace claudicar al Baskonia

“¡Parecen aviones!”, clamaba Pablo Laso cuando apenas habían transcurrido tres minutos de partido. “¿Creéis que podéis jugar contra estos tíos sin pegaros con ellos?”, atizaba el entrenador del Madrid. Su equipo se presentó agalbanado en un duelo estratégico para la clasificación: 0-8 de salida en el marcador, 1-8 en rebotes y cinco minutos sin anotar. Pero el avión acabó siendo Luka Doncic. El esloveno hizo de todo y todo bien. En su hoja de servicios: 15 puntos, 13 rebotes, cuatro asistencias, cuatro recuperaciones, siete faltas recibidas y 32 de valoración en 30 minutos en pista. El canterano madridista rindió a un Baskonia rocoso que no supo gestionar el final del duelo y concedió un parcial de 9-2 en los últimos 48 segundos.

Resistió firme en su apuesta el conjunto de Sito Alonso. El primero en espabilar en las filas madridistas fue Randolph. Lo hizo con determinación pero sin acompañamiento. Con seis puntos, dos rebotes, dos tapones y una asistencia, el pívot estadounidense desbarató el trabajo inicial del Baskonia y atajó el primer demarraje visitante. Sin embargo, la distancia sideral en los rebotes y los pobres porcentajes de tiro de los blancos propiciaron la misma secuencia en el segundo cuarto tras otro parcial de 1-8 (17-26, m. 14). De nuevo a contrapié, el Madrid recurrió a soluciones individuales ante la espesura colectiva. En esta ocasión, Carroll y Doncic se pusieron manos a la obra para minimizar los daños de la tormenta encabezada por Larkin y Beaubois.

Doncic encontró la beta buena para su equipo. Tras languidecer en su eclosión después de la Copa, el esloveno retomó su vigor ante su rival preferido. El Baskonia asistió a su primera exhibición como mayor de edad. Los de Sito Alonso habían encajado 15 y 16 puntos de Doncic en el doble enfrentamiento de Euroliga, 12 en la jornada 15ª de Liga y 23 en la semifinal de la Copa, pero llegaron al Wizink Center sin la lección aprendida. La joya madridista firmó un segundo cuarto espectacular y se marchó a la caseta con 10 puntos, seis rebotes, tres asistencias, tres recuperaciones y 18 de valoración en 14 minutos. Su sacudida volteó el marcador. Su único borrón, el 0 de 4 en triples. “Estábamos parando a Llull, pero apareció Doncic”, se lamentó Sito Alonso.

Hanga, el secante de Llull en la primera mitad, cambió de pareja de baile para intentar sujetar a un Doncic en ebullición. Llegaron entonces los primeros triples del menorquín, pero el partido devino tras la reanudación en un carrusel de técnicas. Una a Ayón, otra a Llull, una más al banquillo madridista y una última a Diop. Cuatro en apenas dos minutos. El desbarajuste incrementó la aspereza y rebajó los guarismos, pero Doncic siguió haciendo faena. Su primer triple dio al Madrid la renta de seis puntos con los que los locales entraron en la recta de meta (62-56, m. 29).

El rebote ofensivo cambió de lado. Sin embargo, los fogonazos de Beaubois, el trabajo silencioso de Budinger y Voigtmann, y la batuta de Larkin fueron arsenal suficiente para que el Baskonia estirara la resistencia (69-68, m. 33). En pleno fragor de la batalla, Felipe Reyes batió otro récord. El capitán blanco se convirtió, con 9 puntos, en el máximo anotador del Madrid en la historia de la ACB superando los 5.311 puntos de Chechu Biriukov. Pero el conjunto de Laso entró en un colapso ofensivo que abocó el partido a la cuerda floja. Un triple de Beaubouis desde ocho metros puso al Baskonia dos arriba y una entrada poderosa de Llull colocó el empate a 77 a falta de un minuto. Hanga estiró el marcador con otro bingo desde el 6,75 (77-80, a 48s) y Laso recurrió a Nocioni. Se la jugó, de nuevo, Doncic con una penetración a canasta que fue frenada por Budinger con una antideportiva que resolvió Carroll, porque el esloveno se fue renqueante tras chocar con la base de la canasta.

Con un punto abajo, el Madrid repitió la jugada con la que forzó la prórroga ante el Andorra en la Copa y, otra vez, Randolph embocó el triple que colocó a los blancos dos puntos arriba a 34s. Falló Hanga la opción del empate y entre el propio Randolph y Nocioni resolvieron desde la línea de personal. “Lo hemos regalado. El partido era nuestro, pero no hemos sido inteligentes”, resumió Sito Alonso. “Cuando juegas más estás más a gusto y hoy he estado muy a gusto”, explicó el MVP del choque y de la jornada: Luka Doncic. Un avión.

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