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El heredero de Iniesta se codea con el maestro

Thiago Alcántara, que se ha hecho con las riendas del Bayern, jugó contra Israel su partido más completo con España. Sus estadísticas superan a las del mediapunta culé

Diego Torres
Thiago se entrena en El Molinón.
Thiago se entrena en El Molinón.MIGUEL RIOPA (AFP)

El partido había empezado hacía unos minutos, la gente todavía se acomodaba en los asientos de El Molinón y los equipos se tanteaban en el campo cuando Thiago enganchó un balón al borde del área. Pocas veces un toque tan sedoso disparó una bala de cañón más pesada. El portero de Israel apenas pudo desviar el tiro al larguero. El autor lo lamentó. No como quien lamenta haber fallado una ocasión de marcar sino como quien lamenta no haber podido firmar una obra de arte: “Después del partido me dije: ‘¡Qué pena!”.

Probablemente Thiago Alcántara sea el centrocampista con más cualidades técnicas del mundo. Solo las sucesivas lesiones de rodilla, y un gusto desmesurado por buscar la belleza a cualquier precio durante los partidos, frenaron su carrera. El tránsito ha sido duro. Un verdadero túnel de dolor, sacrificio, y desafío personal que, lejos de inhibirle, le ha mejorado. Más resistente y lúcido que nunca, sus apariciones en el Bayern han rendido al público, a sus compañeros, y a su entrenador, Carlo Ancelotti, que le ha dado la responsabilidad de conducir al equipo. Este viernes, en El Molinón, el centrocampista se puso al servicio de la selección. Cogió la manija de España y no la soltó hasta que Israel cayó bajo el peso de la evidencia. Fue su mejor partido con la selección. Participó en la jugada del 1-0; asistió a Vitolo con un toque en el 2-0; y le puso el balón en la cabeza a Diego Costa en el córner del 3-0.

“Teníamos a tres grandes cabeceadores: Sergio, Gerard y Diego dentro del área”, recordó ayer, cuando le preguntaron por el lanzamiento del córner, una ejecución milimétrica. “Podíamos elegir a cualquiera. Pero en ese momento le debía un pase a Diego. Llevaba todo el partido diciéndome que se la pasara, que se la pasara... Al fin pudo marcar el gol. Pero la satisfacción no son los pases. La satisfacción es la victoria final. El ver a Carva [Carvajal] que ha hecho un grandísimo partido, a Sergio y a Gerard que han defendido muy bien, a Busi y Andrés que han jugado, y a los del ataque que han estado perfectos. Esa es la satisfacción final”.

Asistencias y ocasiones

A sus 25 años, después de una adolescencia marcada por los auspicios maravillosos y una peligrosa tendencia hacia el hedonismo en el campo de juego, las estadísticas de Thiago comienzan a codearle con los registros de los jugadores que estaba llamado a suceder cuando salió de La Masia. Con Xavi y con Iniesta, que ahora es su compañero en la mediapunta de España.

Los datos comparados de esta temporada en sus clubes y en la selección son elocuentes. Iniesta recupera un promedio de un balón cada 15 minutos y Thiago roba uno cada 13; Iniesta da una asistencia cada 430 minutos y genera una ocasión de gol cada 57, y Thiago le replica con una asistencia cada 351 minutos y una ocasión cada 52. Iniesta, más dado a la organización, ha metido un gol. Thiago suma seis. Su ventaja es que no ha dejado de jugar. Le amparan el buen estado físico y el respaldo de Ancelotti.

Julen Lopetegui no dudó en elegirle en detrimento de Koke. “Nos hemos decantado por Thiago porque entendíamos era más adecuado para este partido”, dijo el seleccionador. “Sabíamos que necesitábamos quitarle el balón a Israel. Ellos son jugadores que si tienen la pelota se crecen. Es un buen equipo con balón y queríamos que la pelota fuera nuestra”, añadió.

El mensaje resultó nítido. Para jugar al contragolpe, vale Koke. Si de lo que se trata es de monopolizar el balón, Andrés Iniesta ya cuenta con un heredero en plenitud: juntos se potencian.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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