Iannone marca el paso con la Suzuki, Lorenzo mejora en Sepang

Con una vuelta majestuosa, en los últimos minutos de una jornada de pruebas que comenzó tarde –se perdieron casi las cuatro horas iniciales pues había llovido y la pista, reasfaltada hace un año, tiene serios problemas de drenaje–, Andrea Iannone sacudió la tabla de tiempos. Era el segundo día de tests en el circuito de Sepang y aquel giro 1m 59’452s mejoraba en más de dos décimas el mejor tiempo logrado por Stoner un día antes.

Cuando todas las miradas estaban puestas en la Ducati, muy competitiva el primer día en todas sus versiones –lo fue Stoner (ausente este martes), con la Desmosedici más evolucionada, con una suerte de caja secreta en torno al tubo de escape para mejorar las fuerzas aerodinámicas, lo fue Dovizioso también, o Bautista con una GP16 y en un equipo privado (que repitió con un tercer puesto esta vez), y solo se resistió Lorenzo, que en su primer día trataba de adaptar su pilotaje a una moto tan distinta a la Yamaha, sacó la cabeza Iannone, que dejó la casa de Borgo Panigale a final de año.

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Cuando el paddock empezaba a asomarse por el box de Yamaha para interesarse por su nuevo invento –en ausencia de alas aerodinámicas, prohibidas ya en este 2017 por motivos de seguridad, la fábrica japonesa ha ideado un sistema alternativo oculto dentro del carenado (según adelantó la web Speed Week) y que también ayude a minimizar el efecto de los caballitos en aceleración y empuje como antes a la M1 a la salida de las curvas–, cuando todos esperaban ver a Viñales en lo alto de la tabla, el chico que escogió Yamaha en lugar de Suzuki, vio cómo su sustituto, Iannone, le sacaba prácticamente siete décimas en un abrir y cerrar de ojos. Como es tozudo y le sobra talento al español, en su último giro al trazado de Sepang (vuelta 51 de un día de pruebas corto), se quedó a cuatro décimas.

No quedó claro en esta segunda jornada de tests si son las múltiples pruebas que está realizando el equipo Honda lo que aleja a sus pilotos de las primeras posiciones o si en su empeño por cambiar radicalmente el concepto de motor –la casa del ala dorada era, hasta ahora, la única con un motor screamer y trabaja en el cambio a un motor big bang (más dulce en la entrega de potencia, básicamente), como el resto de competidores de MotoGP– ha perdido el rumbo. El caso es que el campeón del mundo, Marc Márquez, terminó por segundo día a un segundo del primero. Esta vez, en décima posición. Pedrosa fue 14º, a 1,4 segundos, un poco peor que el día anterior.

Por lo que respecta a Lorenzo, dio un paso al frente. Se sintió más cómodo con su Ducati, mejoró seis décimas los tiempos respecto al lunes y terminó octavo a un segundo de Iannone.