El Barcelona, ante un enero estresante

No es marzo, ni abril, pero el Barcelona se juega en una semana gran parte de sus opciones en las competiciones nacionales. El equipo de Luis Enrique volvió de vacaciones en San Mamés como acostumbra, sin victoria, y el inicio del año se presenta más decisivo que nunca desde que el asturiano llegó al banquillo del Camp Nou en 2014.

“Antes que preguntar [por los pinchazos de principios de año], yo preguntaría por los títulos que hemos conseguido a lo largo de estos dos años”, se defiende el técnico cuando le cuestionan sobre las dificultades que sufre su equipo tras el parón. La diferencia entre todos los cursos del asturiano en el Camp Nou se explica por la clasificación liguera y por las dificultades para sellar el pase a los cuartos de la Copa del Rey. Nunca antes el Barcelona de Luis Enrique se había reconocido tan lejos del liderato en la tabla ni se había encontrado en desventaja en una eliminatoria. El nuevo año amanece estresante.

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El futuro del equipo en las competiciones nacionales se encuentra en un momento decisivo, a pesar de que todavía quedan cinco meses para el desenlace. La lucha por la Liga se le complicaría si no consigue la victoria hoy en Vila-real (20.45/Movistar Partidazo). El Barcelona quedaría a cinco o seis puntos del Real Madrid que, además, tiene un partido menos. El acceso a los cuartos de la Copa está más difícil que nunca para los azulgrana tras la derrota en San Mamés (2-1). Una situación que parece presentarse con una carga emocional más alta que en cualquier otro enero, aunque Luis Enrique no observa demasiadas diferencias: “No creo que la situación actual sea más estresante que en otras ocasiones. Es como siempre, un escenario óptimo para la competición”.

El técnico, sin embargo, admite ciertas urgencias en el partido contra el Villarreal: “Es evidente que no estamos en la posición que queríamos. Lo que nos toca es ganar. Es nuestra obligación porque es la única manera de presionar al líder. Pero tenemos margen de error, porque estoy seguro de que ningún equipo ganará el resto de partidos de Liga”. El Barcelona acumula 32 puntos en 16 encuentros, cuatro menos que en los dos años anteriores, en los que acabó adjudicándose el título.

Estamos en un escenario óptimo para la competición Luis Enrique

El síndrome postvacacional del equipo encuentra parte de su origen en el calendario. Además del doble choque contra el Athletic, con la vuelta el próximo miércoles en el Camp Nou, el Barcelona se medirá en las próximas semanas al Las Palmas y el Eibar, dos equipos de la mitad superior de la clasificación. “Pero esto ya lo sabíamos antes de irnos de vacaciones. Es lo que toca”, minimiza el técnico.

La derrota de año nuevo, sin embargo, no ensombrece el rendimiento colectivo ni las perspectivas de los futuros y decisivos encuentros. “El resultado no cambia para nada la preparación del partido contra el Villarreal”, asegura Luis Enrique, que prefiere no valorar la posibilidad de que el club determine una fecha límite para conocer si renovará el contrato que concluye en verano.

Los próximos partidos pondrán de relieve la confianza del técnico en la profundidad de la plantilla

La magnitud de los próximos encuentros, empezando por el de El Madrigal, pondrán de relieve la confianza del técnico en la profundidad de la plantilla. Luis Enrique alineó contra el Athletic a nueve de los 11 jugadores que empezaron la final de Berlín ante la Juventus en 2015. Umtiti fue el único fichaje de los últimos dos años que se coló en el once en San Mamés. “No me gusta dar pistas al rival” acostumbra a excusarse el técnico para no compartir sus planteamientos.

El tradicional tropiezo de inicio de curso del Barcelona abrió la puerta en 2015 a una racha triunfal de 31 victorias en 35 encuentros en todas las competiciones que condujo hasta el triplete; y a otra, en 2016, de 26 triunfos en 32 encuentros que acabó en el doblete. El equipo empezaba con el freno puesto, pero acabó desatado, una dinámica que Luis Enrique pretende repetir esta tercera temporada a partir del encuentro de hoy en El Madrigal. 

La posesión del balón puede ser una de las claves. Es una faceta del juego que el Villarreal ni requiere ni rechaza. Su media es del 49,4% este curso. “Sabemos el nivel del Villarreal. Es capaz de asociarse bien y marcar goles, y también de ser rocoso en defensa”, analiza el asturiano. La solidez defensiva del equipo de Escribá la reflejan los 11 goles recibidos en 16 encuentros. Asenjo, el portero de las rodillas de cristal, mantiene su portería a cero en el 44% de los partidos de Liga. “Necesitaremos fiabilidad y precisión en la asociación, porque no nos dejarán tocar con facilidad. Tener la posesión puede ser una de las claves para conseguir el triunfo”, resume Luis Enrique.

Una de las dudas del técnico es si el Villarreal irá a buscarles arriba, como ya hizo con éxito el Athletic en San Mamés, o si se resguardará en su area, como hacían los rivales a principios de temporada. “Es curioso, porque antes se decía que nuestros adversarios se replegaban, y ahora que nos presionan fuerte”.

El Barcelona empieza en El Madrigal un enero estresante.