Mariano, el primer acierto de Zidane en el Real Madrid

Mariano Díaz vivió las pasadas Navidades entre la incertidumbre y el miedo de no saber muy bien qué sería de su carrera. El hispano-dominicano, de 23 años, estaba a solo seis meses de terminar su contrato con el Real Madrid y la intención del club blanco era dejarle salir a coste cero en junio. Consciente de su situación, la de un delantero condenado entonces a la suplencia en el Castilla, siempre a la sombra de otros y sin encontrar la regularidad en el tiempo que llevaba en el filial, empezó a buscar opciones mientras confesaba en su círculo más íntimo las dudas de poder encontrar cobijo en un equipo de Primera para la temporada siguiente.

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En menos de un año su vida ha cambiado y sus preocupaciones son otras. El rendimiento del canterano madridista, que terminó renovando, y las cualidades que ha mostrado en apenas seis ratos con el primer equipo han levantado tanta expectación que el goteo de ofertas desde España, Alemania e Italia es constante. El Sevilla, que se encontraría con el obstáculo de no poder contar con Mariano en la Champions, o el Eintracht de Frankfurt, equipo en el que está cedido el también madridista Vallejo, son algunos de los que más interés han mostrado, aunque ahora mismo la intención tanto del Madrid como del jugador es la de continuar ligados, como mínimo, hasta final de temporada.

En sus peores momentos, Mariano encontró en Zidane a su mejor valedor. El técnico no tenía al delantero entre sus titulares durante el tiempo que coincidieron en el Castilla, pero era consciente de que la potencia y la facilidad para hacer goles que aunaba en su repertorio le diferenciaban del resto. Tanta era la confianza de Zidane por Mariano que el técnico estaba dispuesto a llevárselo con él si salía del Madrid a final de temporada para foguearse en los banquillos. El 4 de enero la situación de ambos cambió radicalmente. Florentino Pérez despidió a Rafa Benítez y promocionó al francés al banquillo del primer equipo. El ascenso no hizo que Zidane se olvidara de Mariano y una de sus primeras peticiones fue la renovación del delantero nacido en Barcelona. El Madrid ató al canterano solo tres días después de presentar a Zidane. El joven pasó en una semana de la incertidumbre por su futuro a firmar en Valdebebas, con premura y sin difusión, su nuevo contrato como jugador del primer equipo para los próximos cinco años.

Un gol cada 32 minutos

Mariano llegó a la pretemporada con el aval de los 27 goles logrados el curso anterior con el Castilla, pero consciente de que su progresión pasaba por una cesión. Ambas partes tenían pactada la salida, pero su empeñó por pelear por un dorsal a base de goles y trabajo cambió la hoja de ruta. Mariano convenció por segunda vez a Zidane. El técnico le comunicó su continuidad a escasos días del cierre del mercado y frenó todas las opciones de cesión que tenía en marcha el Madrid, alguna muy avanzada, como la del Villarreal.

Su condición de tercer delantero presumía pocas oportunidades y escasos minutos, un terreno adverso en el que Mariano siempre se había movido a la perfección en la cantera. Su empuje y ganas le hicieron ganarse pronto el favor del Bernabéu, al que terminó de convencer con goles. Así encontró hueco como complemento de Benzema y Morata, delanteros de otro perfil. En los escasos 157 minutos que le ha dado Zidane, Mariano ha tenido tiempo de anotar cinco tantos, uno de ellos en Liga, el del empate ante el Deportivo.

El Madrid está encantado con Mariano y el jugador sigue con el objetivo de hacerse importante en el club blanco. Que lo consiga solo depende de una cosa, que sus goles convenzan a Zidane por tercera vez.