Los caminos cruzados de Rivera y Pascual
Dos de los mejores técnicos de balonmano charlan sobre su paso por el Barça, que acumula 140 partidos sin perder en competiciones nacionales
Los seleccionadores de Qatar y Rumanía se encontraron el miércoles en mitad de la pista del pabellón de Sant Joan Despí (Barcelona) y se saludaron con muestras de afecto y complicidad. Era la primera vez que Valero Rivera (Zaragoza, 1953) y Xavi Pascual (Barcelona, 1968) se citaban como rivales, frente a frente, y estuvieron charlando un buen rato como buenos amigos hasta que el árbitro les invitó a ocupar sus puestos. “Hablamos a menudo”, explica Pascual, que afrontaba el tercer partido al frente de Rumanía.
Ambos intuían el desenlace de aquel amistoso desigual: Qatar es la actual subcampeona del mundo y Rumanía inicia un proceso de reconstrucción con el catalán en funciones de capataz. Los conjuntos, sin embargo, compartían el legado que ambos técnicos han dejado en el Barcelona. Rivera conquistó 70 títulos en 21 años en el Palau y Pascual ya acumula 36 desde que llegó en 2009.
Rivera conquistó 70 títulos en el Palau y Pascual ya acumula 36
No es la primera vez que los caminos de los dos técnicos se encuentran. El actual entrenador del Barça aún era un juvenil cuando Valero le convocó en 1985 para meterse bajo palos en un partido de preparación con el primer equipo. El técnico buscaba un meta reserva y quedó encantado con el rendimiento y la actitud de Pascual. “El año que viene estás con nosotros”, le espetó.
El catalán vivió los planteamientos de Valero durante dos etapas, en los años precedentes al histórico Dream Team, el plantel que conquistó cinco Copas de Europa consecutivas entre 1996 y 2000. “Aquel equipo cambió un poco el balonmano”, rememora Rivera. “Bueno, un poco o mucho. Hicimos que fuera más rápido, adelantamos las defensas, el balón salía más rápido y los ataques eran más cortos”.
Valero marcó el camino de la sección y dejó un legado Xavi Pascual
En aquella plantilla ganadora ya no estaba Pascual, que tomó otros senderos después de ganar la primera Copa de Europa en 1991, y vio desde la distancia la explosión del Barça de Masip, Barrufet y compañía. “Valero marcó el camino de la sección y dejó un legado. Solo con decir su nombre la gente se pone firme. Ahora nosotros le seguimos, aunque quizás sin pisar las mismas huellas”.
La ruta que tomó Pascual desde el banquillo azulgrana también llegó a buen puerto. Su paso victorioso parece no tener fin. El Barcelona acumula seis ligas consecutivas y suma 140 victorias sin perder en competiciones nacionales, donde no cae desde el 18 de mayo de 2013 contra el Naturhouse La Rioja. “¡Me acuerdo perfectamente de aquel partido!”, exclama Saric, portero del Barça en aquella fecha que nadie anunciaba trascendente y actual guardameta de Qatar. “Empezamos bien, pero no hubo manera y pensábamos que nos caería una gorda. Pero Pasqui supo que lo dimos todo y no nos echó la bronca”.
Diferencias y similitudes
Las cifras impresionan al propio Valero, cuya salida del club en 2003 dejó un gran vacío —el club conquistó una Champions y una Liga en las seis temporadas posteriores— hasta la llegada del catalán. “Xavi lo está haciendo de maravilla. Si un equipo está tres años ganando, todos lo que trabajan ahí tienen mucho mérito. Y el jefe es el entrenador”. Saric, protagonista directo de la racha azulgrana y uno de los pocos que han compartido vestuario con los dos técnicos, reivindica a su ex equipo: “El récord es la consecuencia de luchar partido a partido. Nunca hubo la intención de llegar a 100-150 partidos sin perder”.
Quizás Xavi sea un poco más cercano y Valero algo más distante Daniel Saric
Las similitudes en los resultados de Pascual y Rivera contrastan con la diferente manera de gestionar los grupos. “Quizás Xavi sea un poco más cercano y Valero algo más distante, pero también se puede hablar con él”, resume Saric. “Ambos son grandes ganadores y analizan a los rivales para detectar sus puntos débiles”.
Saric fue uno de los protagonistas del Rumania-Qatar. Acabado el partido, los técnicos volvieron a citarse en el centro de la pista, ahora para despedirse. “Estar con un equipo como Rumanía me recuerda de dónde vengo”, asegura Pascual, que aspira a llevar a su selección a los Juegos de 2020 y, al tiempo a renovar títulos con el Barça. “Compatibilizar la tarea es sencillo. Viajo cuando viajan los jugadores por los partidos de selecciones”. Valero, mientras, pretende que Qatar mantenga su nivel tras ganar el subcampeonato del Mundo-2015. Ambos se dieron la mano, se fueron y sus caminos volvieron a separarse.
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