Al mando de Messi
La presencia del argentino y presumiblemente también de Iniesta dan vida a un partido intrascendente a efectos de clasificación en el Camp Nou
A seis puntos del Real Madrid en la Liga, el Barcelona se ha ganado una última jornada de asueto contra el Borussia Moenchengladbach en la Liga de Campeones. Aunque sus males empezaron en el Etihad, cuando perdió contra el Manchester City, su trayectoria europea ha sido tan impecable en un grupo que pareció muy exigente cuando fue sorteado que Luis Enrique podrá dedicar el partido de hoy a practicar en su laboratorio para reactivar a un equipo muy inestable, como quedó demostrado en el clásico del sábado en el Camp Nou.
Al barcelonismo le conviene un triunfo, mejor si es reparador futbolísticamente, a pesar de que el interés general no coincida propiamente con el del entrenador. “Las victorias son la solución a todos los males”, afirmó el técnico asturiano. “Vencer es importante para la moral de los jugadores”, prosiguió, “pero para la mía, ganar mañana [hoy] me importa tres narices”. Y redundó en la cuestión cuando observó que no había visto a ningún aficionado con el tono vital bajo. “Los que me encuentro deben ser los más felices y optimistas”, concluyó Luis Enrique.
La montaña rusa de Arda Turan
Arda Turan no convenció el curso anterior y desde la directiva se propuso traspasarle, pero Luis Enrique se negó porque contaba con un jugador que se fichó a la fuerza por una comisión gestora cuando en teoría el club no podía incorporar a nadie porque estaba en período electoral. Y pareció responder el turco al inicio de esta temporada, con dos asistencias y un tanto en los dos primeros duelos ligueros, después redondeado por otra diana y otro pase definitivo ante el Sporting. También brilló ante el Mönchengladbach —salió del banquillo para dar relevo a Alcácer— porque logró empatar un duelo que se puso cuesta arriba (del 1-0 al 1-2). Y pudo ser mejor porque probó una vaselina que se cantó gol pero que evitó el portero.
Arda, sin embargo, se ha desbravado hasta el punto de que en los últimos siete encuentros disputados (cuatro de Liga, dos de Champions y el de Copa ante el Hércules) no ha hecho nada reseñable, sin tantos ni asistencias, sino que se definió en el clásico por la falta a Marcelo que luego Ramos convirtió. Dependiendo de las rotaciones, puede que Luis Enrique le dé una nueva oportunidad ante un rival que ya batió. Sería el partido de Arda.
Admitió el preparador azulgrana, en cualquier caso, que después de la última serie de empates, se impone “disipar la nube que se cierne sobre el equipo”, por más que no le tenga especialmente preocupado: “No hay que exagerar en el triunfo ni en la derrota”, afirmó Luis Enrique. “No veo cosas malas en el equipo sino situaciones que se pueden mejorar y por tanto hay que corregir. El proceso es el lógico de la temporada. La meta es llegar a mayo con opciones de ganar todos los títulos”.
El entrenador nunca advirtió falta de actitud en sus futbolistas sino que siempre valoró su ambición, también contra el Madrid. La cuestión es que al equipo le falta gol desde que los números del tridente han menguado, circunstancia que ha provocado la pregunta de costumbre: ¿si los delanteros no marcan es porque no están en forma o porque los centrocampistas no andan finos? La gloria acostumbra a ser capitalizada por Messi, Luis Suárez y Neymar mientras que los malos resultados remiten al estilo del Barça.
Hoy no jugará el tridente porque Neymar está sancionado y lesionado —sufre una sobrecarga en el adductor derecho— y puede que descanse Luis Suárez. Messi, en cambio, será titular porque así lo anunció Luis Enrique. La alineación del 10, así como seguramente la de Iniesta, que necesita minutos después de reaparecer el sábado, se anuncia como un excelente reclamo para un encuentro que se podrá jugar sin atender al marcador del Camp Nou, invicto en la Copa de Europa desde la llegada de Luis Enrique. Iniesta ofreció muy buenos minutos contra el Madrid y fue el mejor socio de Messi. El argentino ya suma nueve goles en la Champions —el récord de la competición está en poder de Cristiano Ronaldo con 17— y su caudal de remates aumenta si se junta con Iniesta. “A la que salió Iniesta, todo se puso en orden”, advirtió ayer Xavi cuando en Rac1 se le preguntó por el partido contra el Madrid. “El equipo tuvo pausa y control” con Andrés, que entró al inicio de la segunda parte por Rakitic.
El mismo plan general
El croata no jugará hoy por sanción y Mathieu ha recaído de la lesión que sufrió en la Supercopa con el Espanyol. El once titular es un jeroglífico de tal calibre que no excluye que formen Cillessen y Aleix Vidal. “Mi plan general no va a cambiar”, advirtió Luis Enrique, que seguramente dará descanso a Piqué, Jordi Alba y Busquets, y recuperará a Umtiti.
También se cuentan ausencias notables en el Borussia Moenchengladbach (Stindlk, Hermann, Doucouré y Traoré). La dinámica de resultados es negativa en el equipo de André Schubert, que ya suma nueve partidos sin ganar (cuatro empates y cinco derrotas) y el pasado sábado salió goleado de Dortmund (4-1). La importancia del resultado será también relativa para los alemanes porque ya están clasificados como terceros para la Liga Europa. “No nos vamos a tomar el encuentro a la ligera”, advirtió Schubert. “Jugar en el Camp Nou contra no de los mejores equipos del mundo es fantástico”, prosiguió. “Intentaremos jugar con coraje, sin miedo. Asumo que haya turbulencias por los resultados, pero este partido es excepcional”.
La presencia de Messi anunciada por Luis Enrique parece dar la razón a Schubert. No hay encuentro intrascendente cuando juega el 10 y seguramente también Iniesta. El marco parece propicio para combatir la angustia que vive ahora mismo el Barça.
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