Luis Enrique: “Es un jarro de agua fría”

Una falta absurda de Arda Turan sobre Marcelo, que estaba de espaldas a la portería y pegado a la banda con la improbabilidad de generar peligro, validó el gol de Sergio Ramos y el empate del clásico. La tarascada del turco molestó sobremanera a Luis Enrique, que se lamentó sobre el césped porque había dado órdenes de no caer en ese tipo de acciones por el potencial aéreo del Madrid. “Se ve muy fácil sentado en el banquillo”, se arrancó el técnico; “pero es muy difícil controlarlo y con el exceso de energía se cometen errores. Pero no es por culpa de un jugador, sino que se reparte entre todos”. Lo mismo defendió Piqué, que valoró infiltrarse para el partido por el dolor de tobillo, pero aguantó sin hacerlo: “Es fácil hablar cuando la jugada está hecha. Cada uno intenta hacerlo lo mejor posible, se cometen errores individuales y colectivos”. E Iniesta, que volvió a jugar tras cinco semanas parado, resolvió: “Si no hubiese sido gol, hubiésemos dicho que con esa falta habíamos perdido tiempo”.

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Precisamente, la entrada de Iniesta ordenó al Barcelona, que desde entonces se desplegó a través del balón. Fueron los mejores minutos del equipo y muchos se cuestionaron por qué no había salido de inicio. “Llevaba tiempo lesionado y el ritmo de partido siempre es distinto de los entrenamientos. El rato que he estado me he encontrado bien y es cuestión de ir sumando”, respondió el 8. “No me arrepiento de ninguna de las decisiones que he tomado en el partido”, reseñó Luis Enrique. Aunque añadió: “Ha entrado en un momento clave, cuando el rival no estaba fresco. Nos ha aportado claridad y visión. Cuando aparecen jugadores como él, la ejecución de las acciones es diferente. Hemos encontrado más entre líneas a Leo y eso crea dificultades al rival”. Rakitic se sumó: “Andrés es un jugador muy importante para nosotros, un jugador único, su vuelta nos ayudará”.

Pero ni con Iniesta vencieron al Madrid. “Estamos decepcionados porque merecíamos ganar por lo que hemos hecho. Lo que pasa es que el partido vale hasta el último minuto”, expuso Luis Enrique; “y el fútbol no sabe de justicia sino de los balones que entran en la portería. Es un jarro de agua fría, pero estamos en la jornada 14”. Le secundó Iniesta: “Hemos hecho méritos para ganar y en general en el partido hemos estado algo mejor”. Lo mismo apreció Luis Suárez: “Fuimos superiores, pero no concretar… Cuando no cierras un partido te puede pasar esto”. Y Rakitic agregó: “No hace falta machacarnos, la intensidad y la idea eran muy positivas. La sensación en el campo no era de que nos podían marcar, sino de que estábamos cerca del segundo”. Sensaciones que convencieron a Piqué, que en la jornada anterior avisó de que de continuar a ese nivel difícilmente conquistarían la Liga: “Podemos jugar mejor, tener tramos más largos de buen fútbol. Pero siento que si jugamos a nuestro mejor nivel le podemos dar la vuelta porque a nuestro mejor nivel somos imparables. Si nos lo metemos en la cabeza, dependeremos de nosotros mismos”.

Ante el Madrid, sin embargo, también dependieron del cabezazo de Ramos, que consumó un nuevo traspié del Barça en el Camp Nou, donde ha perdido nueve puntos en lo que va de temporada. “Sí, me chocan estos números en casa porque no son los números de un equipo que esté arriba ni a lo que estamos acostumbrados. Desde luego que eso nos aleja del liderato”, resolvió Luis Enrique. Le siguió Luis Suárez: “Acá, donde jugamos de local, tenemos que hacernos fuertes”. Aunque Iniesta tiene clara la receta: “No cambia gran cosa porque tendríamos que ir a ganar todos los partidos si fuésemos por delante. Es cuestión de superarse para optar a todo los títulos al final; es una carrera larga y el que llegue mejor es el que saldrá ganador”.