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Benzema y Varane, los más listos de la clase

Los goles de los dos franceses clasifican al Madrid para octavos de final a la espera de decidirse el liderato del grupo. Zidane reconoce que faltó energía.

Varane celebra el gol del 0-1 en el campo del Sporting. / Vídeo: Rueda de prensa de Zidane.Foto: reuters_live | Vídeo: MANUEL DE ALMEIDA (EFE)
Eleonora Giovio

Cuando parecía que el Madrid iba a tener que despedirse de la primera plaza del grupo, la que permite jugar la vuelta de los octavos de final en casa, apareció Benzema. Con la rapidez de un felino para rematar un pase de Sergio Ramos. Igual que en el partido que los blancos disputaron en el Bernabéu hace dos meses, sufrieron y mucho para doblegar al Sporting. Rival con jóvenes rápidos y buenos y rival que nunca se rinde, ni siquiera cuando juega con diez. Benzema, que había entrado por Isco en el minuto 66, clasifica al Madrid para los octavos. El liderato se lo jugará dentro de dos semanas contra el Borussia Dortmund.

Volvió a marcar Varane en una noche de Champions. En Dortmund, hace dos meses, anotó el tanto del 1-2, momentáneo, porque Schurrle empató el partido cuando faltaban dos minutos y el Madrid creía que se iba de Alemania con tres puntos. Anoche en el José Alvalade, Adrien Silva también empató, de penalti, tras una inoportuna mano de Coentrão dentro del área.

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Pero esta vez no apareció ningún Schurrle, sino Benzema. El delantero regresaba anoche tras recuperarse de una lesión muscular. Varane y él fueron los más listos de la clase. El punta para rematar un pase de Ramos, el central para hacerse con el rechace —a disparo de Cristiano— tras una falta lanzada por Modric desde la derecha. Es su tercer gol en lo que va de temporada. El de Liga, lo marcó en la goleada del Madrid en el campo del Betis.

Sufrió el Madrid en Lisboa. En el primer partido de la fase de grupos, el que jugó en casa, tardó 88 minutos en doblegar al Sporting, que había sido muy superior hasta que Cristiano Ronaldo clavó una falta y dio alas a la remontada (que culminó Morata).

Anoche, con el mismo once que goleó al Atlético (con la única novedad de Sergio Ramos por Nacho), le costó salir de la presión del conjunto de Jorge Jesús. El técnico portugués dijo que en el partido del Bernabéu habían pecado de pardillos y que, de todas formas, no se fiaba nada de este Real Madrid. “Siempre te colocan en el filo de la navaja”, explicaba el lunes cuando le preguntaron por los puntos fuertes y las debilidades. “Los puntos fuertes son muchos: tienen al mejor jugador del mundo y al mejor finalizador del mundo… Ronaldo uno que no hace goles por casualidad, sino por carácter, ningún otro jugador finaliza como él. Tienen además, cierta creatividad táctica, imaginación, son fuertes cuando tiene el balón y también cuando no lo tienen. El punto débil no lo voy a decir porque no quiero desvelar nuestra estrategia”, comentó.

Homenaje sin gol para CR

Le sobró fe al Sporting y le faltó algo más de contundencia y precisión dentro del área. Es un equipo que mueve rápido el balón, no solo en las bandas. Además, no tiene prisa para iniciar las jugadas, siempre lo hace con criterio. No bajó el pistón ni cuando se quedó con diez por la expulsión de João Pereira (Marcelo soñará con él durante algunos días). El Madrid estuvo algo espeso en los primeros minutos. Bale e Isco no se encontraban por la izquierda, y tampoco Lucas Vázquez y Carvajal por la derecha. Repitió Zidane alineación y el esquema que empleó el sábado en el Calderón pese a que en la víspera jugó a esconder las cartas. Con Benzema en el banquillo, Cristiano siguió ocupando toda la zona del ataque.

En la noche de su regreso al estadio que le vio crecer —solo había vuelto una vez, con el Manchester en 2007— el público le homenajeó pero no le ahorró los pitos cuando se quejaba reclamando alguna falta. Desde una hora antes de que empezara el partido, el speaker invitó a los que ya estaban sentados en las coloridas gradas del José Alvalade a aplaudir a Cristiano. Le aplaudieron dos veces durante el calentamiento y se pusieron de pie para recibirle cuando saltó al césped. En los videomarcadores, mientras, aparecían imágenes suyas de niño, de cuando llegó a la cantera y de adolescente con la camiseta del primer equipo. En su única visita en el estadio que le vio crecer, marcó. No tuvo anoche la misma suerte. Tampoco Bale que, dolorido por un golpe en el tobillo derecho, tuvo que pedir el cambio.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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