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El partido de Alcácer

El delantero, con la deuda pendiente del gol, saldrá de inicio ante el Málaga

Jordi Quixano
Luis Enrique y Unzue dan instrucciones a Paco Alcacer durante el partido de Champions ante el Moenchengladbach.
Luis Enrique y Unzue dan instrucciones a Paco Alcacer durante el partido de Champions ante el Moenchengladbach.Alex Grimm (Getty)

La semana pasada jugó con Messi al baloncesto, Luis Suárez le volvió a decir el otro día que si necesitaba algo se lo pidiera, charló como siempre con Sergi Roberto y Piqué sobre la NBA, se rió con sus vaciladas junto a Mathieu —su excompañero de habitación en las concentraciones del Valencia— Alba y André Gomes, y pasó algunas horas con su amigo Denis Suárez, al que conoce bien de la Sub-21. Paco Alcácer (Torrente, Valencia; 23 años) es desde el principio uno más en el vestuario azulgrana porque su paso por el Valencia y sus internacionalidades le allanaron el camino. “Ha encajado a la perfección”, cuentan desde el Barcelona. Y es que Paquito —como le llaman cariñosamente— lo tiene todo menos el gol. Una deuda que puede saldar hoy frente al Málaga (16.15 h./ beIN La Liga), toda vez que el técnico Luis Enrique, en un ejercicio inusitado, desveló que saldrá de la partida para suplir al sancionado Luis Suárez.

“Será titular y estoy convencido de que va a hacer un buen trabajo. Es una gran oportunidad para él”, reflexionó en voz alta Luis Enrique; “los delanteros pueden marcar goles con minutos. Si no tienen, es difícil… Y su objetivo no es marcar, sino que su equipo gane”. Aunque Alcácer, como ariete que es, sabe que debe enhebrar el gol. “Es consciente de la exigencia”, señalan desde el entorno del futbolista; “y cuando acaba el partido y ve que no ha marcado, lleva un globo que no se le puede decir nada. Pero se le pasa al día siguiente porque no está obsesionado”. El jugador se explicó hace unas semanas en Sport: “Sé que tengo que marcar ya. Soy un delantero y vivo por y para el gol. Si no fuera así, sería central o portero”. Aunque desde el vestuario y el cuerpo técnico hay un eco al respecto: “Cuando meta la primera, entrarán las demás”.

El apoyo de la grada

Suma seis remates pero la fortuna le ha sido esquiva porque en los 411 minutos (267 en Liga; 54 en Champions y 90 en la Supercopa de Catalunya) que lleva no ha festejado tanto alguno. Lejos está del 26,5% de acierto que tuvo el curso anterior en el Valencia. “La sensación que me da es que ya está ansioso por marcar”, indicó Robert Fernández, director deportivo azulgrana. Pero hoy ante el Málaga tiene una nueva ocasión desde el inicio como también la tuvo en la Liga ante el Alavés y el Valencia. “Sabe dónde está y quién tiene delante”, aseguran desde su entorno, sabedores de que Suárez firmó 59 goles en el curso anterior. La grada, en cualquier caso, le ha dado su apoyo, hasta el punto de que frente al Dépor le dedicó una ovación —“eso le llenó”, aseguran desde su círculo íntimo— tras errar un par de ocasiones, y no atiende a los 30 millones que costó ni que por el camino se quedaran Sandro (ahora goleador en el Málaga) y Munir, que también ha visto puerta con el Valencia. Desde el Barça, sin embargo, entienden que es un precio normal si se compara con los refuerzos, también suplentes, de los otros grandes.

“Paco se fue del Valencia porque lo quisieron vender; porque al Barça no se le dice que no; y porque piensa que el juego del equipo le va bien para su fútbol”, esgrimen desde su círculo próximo. Y, feliz como es en Barcelona y en su casa a las faldas del Tibidabo, donde tiene unas vistas de la ciudad estupendas además de caminos pedregosos para pasear a su perrita Kiara junto a su novia Bea, donde no faltan las partidas del NBA 2K ni la serie de Narcos como tampoco los invitados, solo le falta el gol. El Málaga es su ocasión, su partido.

Las exigencias de Luis Enrique al delantero centro

El técnico explicó qué le pide a sus arietes: “Darnos salida en algunos momentos en que el rival nos presiona alto, generar espacios, alargar la zaga rival, recibir entre líneas, jugar de cara, llegar al remate, que cuando el balón está en la banda pueda ir al primer o segundo palo dependiendo de cómo está el rival... Y sin balón: fijar a un central; si están con tres atrás, esperar a que el balón vaya a uno de los lados para fijar al central y orientar el juego por donde nos interese; si la pelota le supera que presione a los pivotes rivales… Con eso, me vale. Y si marca, pues a reírnos todos”.

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