Cristiano Ronaldo, contra un muro llamado Oblak

El último y único gol (quitando el penalti de la tanda en la final de San Siro) que Cristiano Ronaldo le marcó a Jan Oblak fue el 15 de enero de 2015. Se jugaba la vuelta de los octavos de la Copa del Rey y el portugués anotó el empate a dos (insuficiente para que el Madrid de Ancelotti se clasificara para la siguiente ronda). Cristiano ha jugado 25 partidos contra el Atlético —12 en la Liga y el resto en las demás competiciones— y ha marcado 15 tantos. Todos, salvo el mencionado gol en Copa, antes de que Oblak empezara a defender la portería colchonera.

Desde la temporada 2014-15, en la que Oblak es titular, Real Madrid y Atlético se han enfrentado siete veces y el esloveno se ha convertido en un muro para Cristiano: le paró 15 remates de los 27 que ejecutó el portugués. El sábado volverán a verse las caras, después del parón de selecciones y después de la que Cristiano ha calificado como “la semana más feliz” de su vida. Renovó con el Real Madrid hasta 2021 y firmó un contrato vitalicio con Nike. Con Portugal, además, recuperó su mejor versión goleadora: anotó un doblete contra Letonia el domingo y lleva ya siete tantos en los tres partidos internacionales de la temporada: los mismos que con la camiseta blanca pero en 12 encuentros.

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El día de la renovación dijo que no está ansioso por marcar, que era un simple bajón y que los goles no son tan importantes. Sin embargo, sí se han convertido en un sustento para él. No solo porque como delantero que es vive de ellos, sino también porque, al haber perdido la velocidad de antaño y al estar cada vez más cerca del área, ha perdido influencia en el juego y la única manera que tiene de dejar huella es marcando. Dijo también que en breve volvería a verse el Cristiano de siempre: “Sé que mañana, en dos semanas, o dentro de un mes, Cristiano va a estar como siempre y dar la cara como siempre”. Quizás no haya mejor escenario que el Calderón.

De los siete tantos que lleva el portugués esta temporada con el Madrid, cinco los ha marcado fuera. De esos siete, han sido decisivos el que le marcó de falta al Sporting en la Champions (en el minuto 88 comenzando la remontada que culminaría Morata) y los que marcó contra el Alavés (1-4). Fue su partido más redondo en lo que va de temporada y también el último en el que marcó.

Además de Oblak, el sábado Cristiano también tendrá enfrente a Griezmann, uno de sus rivales para el Balón de Oro que se entregará en diciembre. Los datos dicen que el francés (entre club y selección) lleva 60 partidos, 35 goles, 14 asistencias, 80 remates a puerta y un porcentaje de acierto del 21%. El portugués, 50 partidos, 46 goles, 15 asistencias, 104 remates y un porcentaje de acierto del 14%. En casa de Griezmann, este verano, el que se proclamó campeón de Europa de selecciones, fue Cristiano. En San Siro, en la final de la Champions, también fue Cristiano el que levantó la orejona.

“Después de ganar la Champions y la Eurocopa… los premios no dependen de mí, yo no voto. Estoy tranquilo después de la temporada que hice, tampoco vivo obsesionado con eso, es importante sí, pero también lo era ganar trofeos con el Madrid y con Portugal”, contestó CR7 cuando le preguntaron por el Balón de Oro. Oblak espera a Cristiano y el Madrid espera volver a ver la mejor versión del portugués.