La lluvia y el frío obligan a cancelar la actividad en Phillip Island

Hace unos días, cuando todavía estaba masticando que había perdido, definitivamente, el título en Motegi (las opciones reales las perdió mucho antes), Valentino Rossi pensaba en el gran premio de Australia y le entraban escalofríos: “Dicen que allí están a seis grados de temperatura, si es así mejor que nos vayamos a jugar a la PlayStation, que será menos peligroso”, decía. Y bien que lo hubiera preferido este viernes, 12 grados por la mañana, 10 por la tarde, cuando se suspendió la segunda sesión de MotoGP (apenas salieron ocho pilotos a la pista y el que más completó dos vueltas) y acabó cancelándose el resto de la jornada de tanto frío y tanta agua como había en la pista, pese a las labores de drenaje y limpieza que hicieron los comisarios durante más de 15 minutos.

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El resumen de la jornada podría resumirse perfectamente en una foto que el piloto de Yamaha publicó en las redes sociales: estaba prácticamente erguido, en el ápice de una de las velocísimas curvas del trazado australiano, y con la rueda delantera totalmente cruzada. “Derrapando en Phillip Island. Muchas gracias a mi dulce M1”, escribía el veterano deportista, siempre irónico, que todavía pelea por el subcampeonato del Mundial.

Además de derrapar y de sufrir aquaplanning en esa segunda sesión que finalmente se canceló, Rossi vio como le volaban sus mejores tiempos de la jornada por una sanción. Y pasó de tener el segundo mejor tiempo a terminar en la 20ª posición de la tabla, justo por debajo de su compañero de equipo, que no quiso arriesgar lo más mínimo en semejantes condiciones. Por la mañana, Rossi había decidido salir con el neumático delantero blando especial para lluvia, pero para esta goma Michelin había dado directrices especiales: no podía usarse más de diez vueltas por motivos de seguridad. Aquel neumático fue el que él mismo (o Márquez) utilizó en Brno –con brillante resultado, por cierto: acabó segundo; y el nuevo campeón del mundo, tercero–, pero a otros pilotos como Lorenzo, por ejemplo, se les acabó destruyendo. Claro que fue en condiciones de mucha menos agua en la pista.

“Para mí, este es el neumático de la carrera, pero en Michelin están muy preocupados por la durabilidad. Yo creo que es mucho más peligroso rodar con el medio”, explicaba. Rossi sabía que solo podía dar diez vueltas con ese neumático, pero no contó con la vuelta de lanzamiento, y lo que él creyó que eran nueve vueltas rápidas para la FIM fueron once vueltas. “Esperaba que me quitaran solo una vuelta y me las han quitado todas”, concedía el italiano, que, precisamente por eso probó suerte en la segunda sesión, para intentar mejorar sus cronos. Pero había demasiada agua en la pista ya. Crutchlow fue el que se llevó el mejor tiempo. Y Márquez quedó cuarto, a medio segundo. “No era un día de arriesgar demasiado”, afirmó.

Por la pérdida de tiempo en el primer día de trabajo, los organizadores del Mundial han previsto una tercera sesión libre este sábado de una hora, con 15 minutos más de lo normal. Y la actividad está previsto que comience, con el primer entrenamiento de Moto3, a las 9.00 horas (las 00.00 en España), una hora antes de lo que preveía el programa original. Claro que el tiempo marcará los cambios, si los hubiera. La previsión meteorológica marca lluvia para este sábado y temperaturas incluso más bajas.