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Guardiola no olvida

El técnico, feliz por regresar a su casa y ver a su gente, anuncia la voluntad del City de tener la posesión de la pelota

Guardiola, en el último entrenamiento en The Academy.
Guardiola, en el último entrenamiento en The Academy.PETER POWELL (EFE)

A los aficionados del City les parece de fábula que los sorteos les emparejen con el Barça, aunque ahora, tras la devaluación de la libra por el resultado del Brexit, las cervezas les costarán más caras que en sus dos últimas visitas; a los futbolistas, es otro cantar: maldita la gracia que les hace cruzarse con Messi, por mucho que les ponga a prueba como profesionales. A su entrenador, Pep Guardiola, le amargó durante varios días el resultado del bombo, porque el grupo le pareció extremadamente difícil y la guinda, visitar el Camp Nou, le generó ansiedad por la grandeza de rival y la carga emocional que conlleva volver a casa. “El grupo es complicado y necesitamos puntos contra el mejor equipo del mundo, pero estar aquí me hace feliz. Aquí crecí, aquí jugué, aquí entrené y además, cuando vuelvo veo a gente que quiero. Y los lugares los hacen las personas”, resumió. Pep no olvida. “Este estadio es mi casa, aquí he crecido”, recordó.

“Yo no llamé”

“No he llamado a ningún jugador del Barça este verano. No llamé a Messi, ni a Neymar, ni a Suárez ni a Iniesta”, dijo Guardiola, molesto por la noticia que aseguraba que se interesó por Messi. El técnico, que admitió haber contactado con Ter Stegen y Bravo, porque no jugaban lo que deseaban, agregó: “Quien lo publicó tiene buena relación con el presidente Bartomeu; que le llamen y se informen”.

Guardiola lideró la llegada a media tarde de los 50 expedicionarios del City, elegantemente vestido —Dsquared2, por supuesto—, al lujoso hotel de la Barceloneta donde vivirán hasta el jueves. A Guardiola se le vio sonreír, aunque hubiera preferido hospedarse en un hotel del Paseo de Gracia —un congreso de modelos lo impidió—. Vivir junto al mar, al lado del Club Natació Barcelona, donde su mano derecha, Manel Estiarte, se convirtió en mito en una pileta, pareció ponerle de buen humor. “Ayer estaba insoportable, hoy lleva todo el día haciendo bromas”, matizaron los que le vieron llegar a The Academy por la mañana y viajaron con él desde Manchester.

La posesión

Pep cogió un coche y, junto a Zabaleta, se acercó al Camp Nou, donde desgranó los pormenores de un partido que, dijo, debe poner a prueba a un equipo que está por hacer. “Nos coge muy pronto, aún nos estamos conociendo, pero intentaremos ser nosotros mismos. Me gustaría defender bien y atacar bien. Cambiar la forma de hacer por un partido no es posible, no van a creerme. Eso sí, nos adaptaremos”, admitió, al pensar en la que le espera. A diferencia de lo que pasó hace dos años, en mayo de 2015, cuando regresó al estadio por vez primera con el Bayern y aguantó 70 minutos (0-0) para acabar 3-0, esta vez se presenta con un proyecto no tan cuajado. “Entonces llegamos un poco justos. Pero al final, da igual: ellos siempre tienen su momento. Y son muy precisos”. Así que Guardiola sabe que vuelve para sufrir, porque cuando se tiene a Messi por enemigo y coge la pelota, solo queda temblar. “Me alegro de que juegue, me hace feliz de que haya superado la lesión. Siempre es una satisfacción verle jugar pero intentaremos que no tenga la pelota. Ni él ni Neymar, ni Suárez cerca del área, ni Iniesta…”.

Guardiola, que mostró su respeto por el conjunto de Luis Enrique —“lo está haciendo muy bien, su equipo hace cosas mucho mejor de lo que hacia el mío”—, genera un enorme respeto entre los que hoy serán sus rivales. “Es un estímulo enorme jugar contra Pep. No es un partido entre entrenadores; serán los jugadores quienes lo decidan por mucho que haya decisiones que nos conciernen, solo faltaría. Pero he tenido la suerte de compartir muchas cosas y para mí es un privilegio competir al máximo nivel por estos retos”, dijo su amigo Luis Enrique. “Pep tiene una implicación clara y una incidencia bestial en su equipo desde la pretemporada. Le faltaban jugadores y ya le vi mecanismos característicos con balón y sin balón, muy de Pep. Quieren el balón como nosotros y nos van a presionar. Es un poco la esencia que queremos nosotros. No veo un partido mejor para un aficionado al fútbol que este”, añadió el asturiano. Y concluyó: “El Barça de Pep fue espectacular”.

Y es que, a fin de cuentas, nadie puede escapar de su pasado. Puede que algunos no tengan memoria, pero Guardiola no olvida.

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