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El tenis ‘sintético’ de Bautista

El castellonense, que afronta su primera final de un Masters 1.000, en Shanghái y contra Murray (10.30, Movistar Deportes 2), es el que más triunfos ha obtenido este año en pista dura después de Djokovic

Alejandro Ciriza
Bautista celebra la victoria ante Djokovic.
Bautista celebra la victoria ante Djokovic.Lintao Zhang (Getty )

Es el premio a la constancia, a la madurez, al no volver la cara por más que el trabajo sea infinito y la cosecha poco acorde a un esfuerzo pleno, a una apuesta decidida. Porque Roberto Bautista Agut (Castellón, 28 años) iba para futbolista, pero luego se dio cuenta de que lo que de verdad le llenaba no era el gol, sino la raqueta, así que apostó un todo o nada y la historia no terminó nada mal. “Como y duermo pensando en tenis”, expresa el español, que después de muchos años y no poca fe, se encuentra ahora ante la gran oportunidad de su vida: es el 19º mejor jugador del mundo, según describe el listado de la ATP, y este domingo disputará la final del Masters 1.000 de Shanghái, la primera para él de un torneo de tanta alcurnia.

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Bautista arrancó este año con un propósito firme. Decía Roberto que, sin obsesiones, había llegado la hora de dar un golpe sobre la mesa. Se aplicó desde el inicio del curso, con dos títulos en Auckland y Sofía, y después no desistió pese a que en una estación u otra se encontrase en los cuadros con algunos de los mejores tenistas del circuito. Un par de veces con Novak Dkojovic, el todopoderoso Nole, hoy día un hombre que también ofrece signos de flaqueza; síntomas de que, sí, él también sufre y se desgasta, y de que, sí, el también es vulnerable. Así que Bautista, el chico tranquilo, aprovechó el momento y, carpe diem, por qué no, fundió al serbio, que le había batido en los cinco precedentes y encadenaba 22 triunfos consecutivos en Shanghái.

No esta vez: doble 6-4 (tras 1h 48m) a favor de su contrincante, citado este domingo (10.30, Movistar Deportes 2) con Andy Murray, el número dos. “La verdad es que no me he parado a pensar”, decía después de lograr la victoria. “Estaba ya muy contento por haberle ganado a Tsonga y haber llegado a las semifinales. Para mí ese fue el paso grande y lo de hoy ha sido un premio”, detalló. Una recompensa en toda regla, pues no es nada fácil derribar a Djokovic, al que se le observó desquiciado por no poder capear el temporal, por ceder la iniciativa. El serbio se resquebrajó la camiseta, discutió con el árbitro Carlos Bernardes y terminó reventando su herramienta.

Y es que Bautista completó un ejercicio máximo de autocontrol. No se dejó intimidar por la furia de Nole y le contuvo, incluso en los momentos de máxima tensión. No se amilanó el español a pesar de que no rematara tres match points y de que el rey le rompiese el servicio después, para 5-4 en el segundo set. “Creo que en ese punto he analizado bien el partido. Para ganar debía mejorar y he subido el nivel”, contó. “Veía a Djokovic un poco diferente, más quejón, así que creí que era un buen momento para meterle mano”, continuó Bautista, que rompe con el molde típico del jugador español, habitualmente más cómodo en el hábitat de la tierra batida y el juego más ralentizado.

Bautista fundió al serbio, que le había batido en los cinco encuentros previos y encadenaba 22 triunfos seguidos en Shanghái

Aunque dice no tener preferencia por ninguna superficie en concreto, hasta ahora el suelo sintético es el que más le beneficia. De hecho, después del serbio, es el tenista que más triunfos ha obtenido esta temporada sobre este tipo de pista, con un bagaje anual de 37 victorias (por las 41 de Nole). “Me gusta jugar en todos los sitios”, indicó. “Me gusta tenerlo todo controlado, ser profesional. Me desvivo por lo que hago y esa es una de las claves de mi éxito”, reconoció Bautista, cuyo objetivo a medio plazo es asaltar el top-10 y desmarcarse del grupeto de tenistas que figuran por detrás de la élite. “Estoy muy cerca de los mejores”, destaca con naturalidad, pero siempre desde la prudencia y sin ninguna intención altiva.

Ahora, sin embargo, el desafío inmediato es elevar todo un Masters 1.000, lo que le daría un plus a su currículo. Y, entre él y el trofeo chino, un gigante al que muchos mencionan como el jugador más en forma de este 2016: Murray, reciente ganador en Pekín, a todo gas; a lomos el escocés de sus nueve últimos triunfos y 18 sets sucesivos. Contra el de Dunblane, dos pulsos previos y dos derrotas. Luego, nada de subirse ya a la nube, que ya habrá tiempo. Los pies sobre la tierra, insiste un día sí y otro también Bautista, metódico e hiperdisciplinado. “Mañana, como todos los días, empiezo de cero: me voy a tener que atar las zapatillas, voy a tener que correr, voy a tener que luchar y voy a tener que ser valiente”, zanjó el castellonense.

MUGURUZA, UNA SIMPLE TORCEDURA

A. C. / Madrid

Por segundo año consecutivo –el tercero si se tiene en cuenta 2014, cuando también disputó el dobles– Garbiñe Muguruza obtuvo el pasaporte para la Copa de Maestras, que tendrá lugar del 23 al 30 de octubre en Singapur.

La hispano-venezolana buscaba una plaza para figurar entre las ocho mejores en el torneo de Linz (Austria), última opción de sumar los puntos necesarios, y la encontró antes incluso de saltar a la pista para su duelo contra Viktorija Golubic, ya que la británica Johanna Konta anunció desde Hong Kong su baja para la cita de las maestras debido a unos problemas abdominales.

A pesar de todo, Muguruza jugó. Jugó y tuvo un contratiempo ya que al ir a golpear una pelota, apoyó mal el pie izquierdo y se torció la articulación. La campeona de Roland Garros tuvo que retirarse finalmente de la pista, con gestos evidentes de dolor. Ayer fue sometida a una resonancia magnética que confirmó que no sufre lesión.

"Fue un gran susto. Siempre estoy un poco alerta con mis tobillos porque he tenido lesiones en el pasado. Cada vez que me los doblo se me hinchan mucho. Intenté seguir, pero no pude", indicó Garbiñe tras la prueba médica. "Ahora estoy más tranquila. Me han dicho que con tratamiento y reposo podré volver a entrenar en unos días".

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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