Miedo al regreso de los radicales en el Espanyol

En la directiva del Espanyol están aturdidos. Los Mossos d'Esquadra detuvieron el jueves a cinco radicales por agredir, presuntamente, a otro aficionado blanquiazul el pasado 1 de mayo en la Feria de Abril. El suceso violento caló hondo en el seno del club de Cornellà. Ya no es un episodio aislado. El ruido de los ultras comienza, peligrosamente, a repetirse. “Tras años de paz y de tranquilidad social, en el último tiempo se han producido una serie de incidentes que tienen a todos muy preocupados”, explican fuentes cercanas a la directiva del Espanyol. Aseguran en Cornellà que el primer episodio de violencia que les llamó la atención fue en la Junta del 2012, cuando Joan Collet fue elegido presidente. En aquella Asamblea comparecieron ultras que hostilizaron la votación. El episodio, hasta entonces aislado, quedó archivado.

Más información

Las pancartas de la afición se ceban con Piqué y Suárez

Detenidos cinco ultras del Espanyol por apalear a otro hincha del club

Pero el año pasado, desde el Gol Nord, donde se sitúa La Curva, se produjeron incidentes en el derbi ante el Barça que fueron repudiados por el club y por la mayoría de los aficionados. “Shakira es de todos”, se cebaron los radicales con Piqué, que antes del clásico catalán había soltado: “Si son una maravillosa minoría, espero que llenen el campo”. Pero no solo cargaron contra el central, también se metieron con Suárez y Messi.

En este comienzo de temporada, el Espanyol, con el apoyo de la Liga, buscó unir a los dos grupos de animación, La Curva y La Juvenil, y así crear una grada única bajo el nombre de La 1900, que dejara en el olvido “la intolerancia y la violencia”.

Ocurre, sin embargo, que entre la Juvenil y la Curva existen viejas disputas de poder que el tiempo no ha ayudado a curar. La aparición reciente del RCDE Firm, un grupo radical originado en la Curva, no ayudó a apagar el fuego. Se avivó. Y en la Feria de Abril, cinco miembros del RCDE Firm golpearon presuntamente a un miembro de La Juvenil. El problema para el Espanyol es que no es el primer episodio de violencia este año:La Ertzaintza pudo frenar a tiempo una pelea programada entre los ultras de la Real Sociedad y del Espanyol antes del partido de Liga en Anoeta del pasado 9 de septiembre. Últimamente, además, se han producido amenazas a empleados y a periodistas que siguen la información del club.

Comportamiento cíclico

En el Espanyol no quieren que se dude sobre su intransigencia frente a los ultras y, tras los episodios en San Sebastián y después de algunos casos de violencia en el estadio, expulsó a cerca de 20 socios. “Quieren atajar los problemas como en su momento hicieron con las Brigadas Blanquiazules. El Espanyol tenía una afición modélica. La Curva, que se creó en la etapa de Montjuïc con apoyo oficial se constituyó como apolítica, como antiviolenta y siempre apoyando incondicionalmente al equipo. Hoy ya no es así”, explican las mismas fuentes. Entienden, los que analizan el asunto en el club, que los ultras tienen un comportamiento cíclico: comienzan como un grupo de animación, se convierten en un grupo de opinión y concluyen en un grupo de presión, que atenta contra la paz en el fútbol.

“Durante un tiempo se miró hacia otro lado. Se consideraban episodios menores y aislados. Ya no se puede hacer eso. Hay una enfermedad y se tiene que curar. Se seguirá actuando para alejar a esta gente del club y de sus instalaciones”, concluyen. El Espanyol, en su momento más dulce de la última década, busca erradicar la amargura ultra de su estadio.