Fernando Alonso: “Habrá que remangarse”
El asturiano, que espera demostrar en Suzuka la mejora del McLaren, se muestra cauto tras terminar octavo el primer día
Zafarrancho de combate en McLaren con vistas al gran premio que este domingo se celebrará en Suzuka, el circuito de casa de Honda, su suministrador de motores y el escenario en el que hace solo un año, Fernando Alonso proyectó su frustración al mundo a través de la radio del equipo. “¡Esto es un motor de un coche de GP2!”, soltó el asturiano durante aquella carrera, al ser superado irremediablemente por los rivales, en plena recta y sin que su talento pudiera hacer nada para evitarlo. De aquello ha pasado ya una vuelta entera en el calendario, y la escudería británica se presenta allí con ilusiones renovadas. Especialmente después de haber demostrado a lo largo de este curso, el progresivo salto de calidad que ha ido dando el MP4-31, tanto a nivel de chasis como, sobre todo, en aquello relativo a la unidad de potencia.
En Japón, Alonso dispone de una nueva especificación de motor que ya probó el viernes pasado, en Malasia, y que combinada con un nuevo sistema de escapes deben acercarle un pelín más a los coches más rápidos. La estructura de Woking todavía está lejos de Mercedes y de Red Bull, pero en según qué pistas ya es capaz de medirse en corto y superar a Williams y a Force India. En Sepang, por ejemplo, Alonso arrancó el último y terminó el séptimo, tras llevar a cabo una remontada de vértigo. Por más que el mayor número de posiciones las ganó en la primera vuelta, amén de una salida fulgurante, esa escalada sería impensable si estuviera al volante de un prototipo sin músculo.
Siete días después, tanto Alonso como toda su tropa intentarán dejar constancia de los frutos de tanto trabajo, aunque seguramente eso sea algo que fíen más al domingo que al sábado, día de la cronometrada. Tras el primer día de ensayos en el trazado japonés, el ovetense terminó el octavo, a 1,7 segundos del más rápido (Nico Rosberg), aunque realmente solo pudo sacarle provecho al segundo entrenamiento por culpa de un topetazo que se dio en el primero, al perder el control de su bólido.
“Mañana [por el sábado] estaremos un poco peor que hoy. Tras el susto tuvimos un problema con los escapes. Intentamos recuperar tiempo en la segunda sesión, dando muchas vueltas. Sabemos que los sábados, los demás le meten un poco más de caña al motor. Creo que estaremos rozando la Q3, así que habrá que remangarse”, convino Alonso.
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