Quintana: “Él quiere más; y yo, menos”
Froome y Quintana calibran el tiempo que les separa y rivalizan en su estrategia de carrera
Hacía viento. Mucho viento. Viento y sudor, malos amigos. Así que poco hablar y marchar pronto. Nairo Quintana, el líder de la clasificación general, repitió que su objetivo sigue siendo ampliar la ventaja sobre Froome, para vivir más tranquilo “aunque hoy [por ayer] he podido resistir su ataque y llegar al mismo tiempo”, explicaba el colombiano. Chris Froome está en el polo opuesto. Cuando le recuerdan que Nairo busca ampliar su ventaja, para vivir más tranquilo en la contrarreloj, responde con la sencillez de la razón: “Lógico. Él quiere más y yo quiero menos”. Ni más ni menos.
Lo que si tenía Froome es grabada la subida a Peña Cabarga en la memoria desde 2011, donde logró su primera victoria profesional en una gran vuelta y se dio a conocer al mundo. Si los primeros amores no se olvidan, el suyo con el ciclismo nació aquí: “Sabía perfectamente cómo era la subida, y sabía que al final hay una curva a la izquierda que, una vez cumplida, no se ve la meta, pero está ahí”. Y ahí le atacó a Nairo, porque ver o no ver no resulta intrascendente. Los ciclistas se animan cuando ven a los fugados o cuando ven la meta y se intranquilizan cuando solo ven horizontes lejanos. Froome lo sabía y atacó fuerte, pero Nairo le siguió, así que eligió como mejor opción la meta, ganar la etapa. A fin de cuentas, él había cumplido su objetivo y Quintana, no. Algo así como cuando los segundos son los primeros.
Reconoce Froome que se van cumpliendo sus planes: “Después del calendario que he tenido, en la Vuelta pretendía meterme poco a poco en la carrera, en el ritmo de la prueba. Y lo voy consiguiendo”. Aun con distintas formas de correr: “En los Lagos de Covadonga corrí de forma diferente. Era una subida menos explosiva, más constate, y por eso debía controlarme. Hoy, en Peña Cabarga, era distinto y pretendía estar por delante para poder seguir a Nairo, llegado el caso”, explicó el británico, que permanece a 54 segundos de Quintana en la general de la prueba.
Así es Chris Froome, con sus tácticas y estrategias cambiantes. Por eso insiste Nairo Quintana es que no es fácil descifrar al ciclista británico, “que tiene muchas estrategias distintas según sean las características de la etapa”, aunque reconoce que su equipo también tiene las suyas, para que no se diga.
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