Hasta luego, Lucas Pérez
El Arsenal paga la cláusula de rescisión del delantero del Deportivo, cifrada en 20 millones de euros
Un nuevo inquilino de la clase media alta de la Liga emigra a la Premier League. Lucas Pérez (A Coruña, 1988), que cerró la pasada campaña con 17 goles y 10 asistencias, deja el Deportivo para incorporarse al Arsenal, con el que ha firmado un contrato de cuatro años de duración que le reportará unos ingresos aproximados de 2,5 millones de euros cada campaña.
El roto futbolístico es importante para el Deportivo, pero la operación económica es magnífica para un club necesitado de descontar deuda. El club gallego obtiene, porcentualmente, una de las mayores plusvalías de su historia por un jugador adquirido para su primer equipo. En otras sonadas operaciones, Rivaldo se había revalorizado en un año el 264% para irse al Barcelona y con el traspaso de Flavio Conceiçao al Real Madrid logró ingresar un 412% de lo que que había invertido en su compra tras disfrutar de sus servicios durante tres años y medio. Lucas Pérez deja una plusvalía del 833% en tan sólo doce meses, algo más de lo que logró el equipo gallego por Filipe Luis, adquirido por 2,2 millones y traspasado al Atlético por 12. Tan sólo la marcha del mallorquín Xisco al Newcastle fue más sustanciosa porque supuso una revalorización 1310% para el Deportivo, que lo compró por algo más de 500.000 euros cuando era juvenil y lo facturó por 8 millones tras cinco años en el club.
Un difícil reemplazo, "imposible" según Gaizka Garitano
El Deportivo había hecho sus deberes en el mercado para completar la plantilla con antelación al inicio del campeonato, pero ahora se ve sobre la bocina del cierre de mercado en la necesidad de encontrar un remiendo tras quedarse sin su futbolista más determinante. “Si no viene un delantero estaremos en desventaja con el resto de equipos, pero sustituir a Lucas será imposible, su marcha nos daña”, asume el técnico Gaizka Garitano.
El primer teléfono que descolgó el club para tratar de restañar la herida fue el primero que también marcó nada más finalizar la campaña anterior para planificar la actual, el del Real Madrid. Allí le había echado el ojo a Mariano, que entonces destacaba en el filial y ahora ya se ha mostrado varias veces con el primer equipo. Su precio por una cesión y sus pretensiones económicas le habían descartado en junio, pero podrían llegar a valer un esfuerzo en el escenario actual. Ocurre que el Madrid ha comunicado, que salvo giro inesperado en los acontecimientos, el futbolista no saldrá hasta al menos el mercado de invierno.
Así las cosas, el Deportivo busca otras alternativas. El espanyolista Caicedo era una, pero el club catalán también ha cerrado la puerta. Incluso se valoró la opción de Giuseppe Rossi antes de que cerrase su acuerdo con el Celta por una ficha superior a la que el Deportivo le había ofrecido a Lucas Pérez para que se quedase en A Coruña. Ayoze Pérez, el futbolista del Newcastle también está en los pensamientos del club que preside Tino Fernández, que incluso hizo un intento en las últimas horas para tratar de paliar sus necesidades en la mediapunta porque incluso se llegó a ponderar como posible incorporar a dos futbolistas. Llamaron al Liverpool para interesarse por Luis Alberto y la posibilidad de que jugase un año más en Riazor, donde la campaña pasada dejó un buen recuerdo, pero se encontró con que el club inglés estaba a punto de cerrar su traspaso al Lazio, que se lo lleva por 5 millones de euros.
El roto, en todo caso, pudo ser mayor si el Deportivo no hubiese reaccionado para ejercer la opción de tanteo que tenía sobre el zaguero Sidnei y evitar así su marcha al Valencia, que había acordado con el Benfica un traspaso por 10 millones de euros. El central se queda en A Coruña por 6,5 porque el resto hasta la decena corresponden a la parte que tiene el club gallego por los derechos de un futbolista por el que en su día no pagó traspaso. Pero la jugada no es del agrado de Jorge Mendes, el agente del zaguero brasileño, que prefería que saliese hacia el Valencia en una operación que estaba diseñada a varias bandas y que el interés deportivo de los coruñeses echó por tierra. Sidnei tendrá pasaporte comunitario este otoño y la previsión del Deportivo es que si sale el próximo verano ayude, como Lucas Pérez ahora, a descontar la pesada mochila económica que lastra a la entidad.
Lucas Pérez llegó hace dos años cedido al equipo de su ciudad, se pasó medio campeonato lesionado, pero luego fue decisivo para que el club conservase la categoría y se convirtió en un icono para la afición, así que el Deportivo buscó entre sus entonces escasos recursos y pagó 1,5 millones de euros por su ficha el pasado verano. Ahora ingresará 14, el 70% de su cláusula de rescisión cifrada en 20 millones porque el resto se van al Paok de Salónica, su anterior equipo, que detentaba el resto de sus derechos. El Deportivo además deberá cumplir el acuerdo que tiene con la Agencia Tributaria y entregarle una cuarta parte de lo que le pague el Arsenal. 3,5 millones de euros que irán a descontar la nutrida deuda que mantiene la entidad con el erario público.
A cambio Lucas Pérez ya es un gunner, la opción que más le satisfacía de todas las que se le presentaron en los últimos meses. No fueron pocas. Desde China le ofrecieron un contrato que superaba los cinco millones de euros netos por temporada, también el Zenit de San Petersburgo trató de seducirle con una ficha que se acercaba a esa cantidad. Pero el delantero coruñés ya había tenido una dura experiencia a nivel personal en el Karpaty Lviv y el Dynamo Kiev y sólo iba a dejar su casa en A Coruña por otro tipo de destino.
Sevilla y, sobre todo, Villarreal también intentaron una aproximación al jugador y al Deportivo, pero el club gallego les remitió a la cláusula de rescisión de 20 millones de euros. Todos los actores sabían que la única rendija abierta para que el jugador saliese del club era la de la Premier League. Y ahí Lucas tampoco quería cualquier desafío. West Bromwich Albion y West Ham United preguntaron por él. Ya le había llenado también el ojo a Steve Walsh, el responsable de scouting del Leicester, descubridor de talentos como Vardy, Mahrez o Kanté. Lucas estuvo, al acabar la pasada Liga, cerca del campeón de la Premier, que acabó por elegir al nigeriano Ahmed Musa por un precio ligeramente inferior al que le solicitaban desde Galicia.
Pero Walsh se fue al Everton y no tiró los apuntes. En las últimas horas hizo una oferta en firme a Deportivo y futbolista. La subió hasta la cláusula estipulada y quedó a la espera de la decisión de Lucas, que siempre quiso ir de la mano de la entidad que preside Tino Fernández. Se cruzó entonces el Arsenal, que ya había preguntado por él hace más de medio año y que andaba con urgencias para reforzar el ataque. 20 millones no iban a ser problema para una entidad que ofreció en vano más del doble por Lacazette, delantero galo del Lyon. Y a Lucas, a punto de cumplir los 28 años, le seduce el desafío deportivo de luchar por los títulos al máximo nivel europeo, por eso se va a Londres a pesar de que en el Everton le ofrecían un sueldo mayor.
Por el camino queda una oferta del Deportivo, que en un descomunal esfuerzo le había puesto sobre la mesa al futbolista siete años de contrato y un esfuerzo económico anual en torno a los dos millones de euros netos. El dinero importa porque el delantero coruñés firmará el mejor contrato de una carrera en la que durante mucho tiempo fue un jornalero del balón, despreciado por el fútbol base del Deportivo, esforzado en los filiales de Atlético y Rayo y emigrante sin pedigrí en Ucrania y Grecia. Pero importa sobre todo la oportunidad de medirse con y contra los mejores. Con eso, con su velocidad, su demoledora zurda y la codicia futbolística del que corre por cada balón como si fuera el último acude Lucas Pérez a Londres a sorprender a una afición que apenas tiene referencias suyas.
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