Pili Peña: “No defendemos la plata, atacamos el oro”

La vida de Pili Peña cambió cuando tenía 12 años y nadaba en la pequeña piscina de Alcorcón donde se entrenaba. Tan pequeña, que se le vino una pelota encima y de inmediato se sintió atraída por el deporte de equipo. Compatibilizó ambas disciplinas y, a los 18 años, se pasó definitivamente al waterpolo, ganó la Liga, se integró en la selección española júnior y en 2010 la fichó el CN Sabadell, el club español más potente. A los 30 años ha tomado el relevo de Jennifer Pareja como capitana de la selección.

Su optimismo está en consonancia con una carrera exitosa. Lo ha ganado casi todo: el Mundial de 2013 celebrado en Barcelona, el Europeo de 2014 y comparece en Río con el maravilloso recuerdo de la medalla de plata que obtuvo hace cuatro años en Londres. España, en su primera aparición en los Juegos, solo fue superada en la final por Estados Unidos, precisamente el rival ante el que debuta hoy en Río.

Pili Peña recuerda lo sucedido hace cuatro años. “La medalla de plata, en aquel momento, nos hizo mucha ilusión. Pasas de no haberte clasificado siquiera para unos Juegos a subir al podio y te dices '¡qué bien!' Pero pasado un tiempo pensé para mis adentros: quiero ir a Río y no es que quiera defender esa plata, sino atacar el oro, ir a por él”. Eso, a pesar de que después de aquel éxito, bautizaron con su nombre la piscina de Navalcán (Toledo), el pueblo natal de sus padres.

La capitanía de la selección le llega a Pili Peña después de que Miki Oca, el seleccionador, decidiera en mayo descartar de la lista olímpica a Jennifer Pareja, la líder natural del equipo durante los últimos años triunfales. Peña asume su nuevo papel con naturalidad y soslaya cualquier tipo de posicionamiento sobre la ausencia de Jennifer Pareja.

“Se podía intuir que ese papel recaería en mí, porque cuando ella no estaba, era yo la que asumía la capitanía”, cuenta la waterpolista madrileña —y del Madrid, puntualiza, risueña—, en una selección integrada en su mayoría por jugadoras catalanas. “Mi papel no va más allá de eso y de estar al 100% en los entrenamientos y en los partidos. No he podido hablar con Jenni. Con la que me veo más a menudo es con Olga Domènech (exinternacional y capitana de CN Sabadell), que me ayuda mucho. A mi vez, yo debo ayudar a mis compañeras y ser también el nexo de unión con el seleccionador. Me gusta este papel y me lo ponen muy fácil”.

Aprender del compañero

Manel Estiarte solía explicar que en la selección que él lideró durante muchos años, los jugadores madrileños aportaban un punto de valentía y descaro del que carecía la mayoría de los catalanes. “Sí, tal vez”, concede Pili Peña. “A lo mejor tienes menos miedo a la hora de jugar, por decirlo de alguna manera. Mis compañeras catalanas también me han enseñado esa otra parte de técnica, de jugar más con el cuerpo y ser más inteligente. Debemos sacar lo mejor de cada una”. La capitana está encantada con su adaptación al CN Sabadell.

Dice haber aprendido de las generaciones anteriores. “De la constancia, el trabajo y la perseverancia de De Patricia del Soto, de Samantha Miquel, de Olga Domènech, que sigue en el club”. Y ahora observa la llegada a la selección de las más jóvenes. “Me recuerda un poco a Londres, cuando entraron en la selección Anni (Espar), Marta (Bach), Ru (Roser Tarragó)… Ahora veo a Paula (Leiton, 16 años), a Bea (Ortiz, 21), Judith (Forca, 20) y me gusta muchísimo enseñarles lo que sé por mi experiencia. Y me gusta estar junto a ellas porque me contagian una ilusión y unas ganas que no es que yo no tenga, pero en ellas es más exagerado. Así, nos compaginamos”.