La judoca Paula Pareto hace historia y gana un oro para Argentina

La judoca Paula Pareto ha cumplido con las expectativas. Considerada una de las favoritas de la delegación Argentina, consiguió la primera medalla dorada para su país a horas de iniciados los juegos en Río de Janeiro. A los 30 años, Pareto se convirtió en la primera mujer argentina de la historia en consagrarse campeona olímpica. Las que más cerca estuvieron han sido la tenista Gabriela Sabatini, (plata en Seúl 1988), la velista Serena Amato (bronce en Sidney 2000) y la nadadora Georgina Bardach (bronce en  Atenas 2004). Pareto, luchadora de la categoría hasta 48 kilos, se sacó así la espina que traía desde Pekín 2008, cuando debió conformarse con una presea de bronce.

Pareto, médica de profesión, fue la tercera preclasificada y comenzó su participación en estos Juegos directamente en octavos de final, enfrentando a la rusa Irina Dolgova, una rival que a pesar de ser campeona juvenil fue toda una incógnita para la argentina. Pareto logró un ippon a 40 segundos del final para pasar a cuartos. En esa instancia derrotó a la húngara Eva Csernoviczki con un waza ari.

En semifinales se vio cara a cara con una vieja conocida: la japonesa Ami Kondo, segunda del ranking mundial y rival en la final del mundial de Kazajstán de 2015, donde la argentina se consagró campeona. Otro waza ari puso a Pareto en la final de la disciplina, disputadaen el Arena Carioca 2.

Llegó el turno de la surcoreana Bokyeong Jeong, quien  estuvo cerca de frustrar esta historia con una maniobra que Pareto evitó de manera asombrosa, trabando su cabeza contra el tatami y arqueando su metro y medio en una suerte de mortal para evitar caer de espaldas. La soberbia toma defensiva dotó de confianza a la argentina para conquistar el combate. Al minuto y 58 seegundos, cuando el público brasileño que colmaba las gradas cantaba en favor de la oriental, Pareto fue al ataque y tiró un lance que se convirtió un waza ari, el únicode la pelea. Argentina consiguió así su 71a medalla dorada de la historia.

Pareto puso en evidencia su humildad y atribuyó su hazaña personal a la “esperanza, la fe y el trabajo de todos los días”. “No lo puedo creer. Se dio algo soñado, toda la gente que vino tenía más fe que yo, ellos hicieron esto posible”, dijo. “Yo me tengo fe, sino no vendría a pelear. Sabia que era muy complicado pero todos los que vinieron estaban más convencidos que yo. Estoy más que feliz por la buena energía que recibí de la gente que vino y la esperanza de saber que se puede. La clave es la fe y la confianza en el trabajo que hacemos todos los días”, expresó Pareto, quien fue felicitada por Twitter por el presidente Mauricio Macri. “La idea era poner el foco acá, no se que viene, me voy a dedicar a disfrutar”, cerró la doctora Pareto, aunque el estetoscopio por ahora seguirá esperando.