El Atlético derrota al Tottenham tirando de repertorio

En Melbourne, lejos, muy lejos del Madrid, si bien el Atlético no se sintió como en casa, si trató de que el entorno se pareciera lo máximo al suyo. En realidad, su hogar puede estar en cualquier parte, puesto que es algo que uno lleva encima. Ante el Tottenham, en su primer partido en la International Champions Cup, jugó como si hubiera tres puntos en juego, o una eliminatoria, o una final o lo que sea en juego. Pues su manera de competir, desde que llegó Simeone, hace tiempo que no distingue unos partidos de otros. La película debe ser siempre la misma. Y así se proyectó también en Australia, donde ganó, 0-1 con un gol de Godín en el saque de una falta (¿Suena el argumento?) tras completar, por enésima vez, su partido fetiche.

Tanto el Atlético como el Tottenham ofrecieron en Melbourne una representación tan natural como reconocible de lo que ambos entienden por jugar a fútbol. Los dos equipos jugaron a ser lo que son, dos grupos tremendamente adaptados a la figura de su entrenador (Pochettino y Simeone comparten un gusto enfermizo por la táctica y el orden) dando como resultado una partida de ajedrez tan poco típica del verano. En Australia, a 10 grados, fue curioso ver a jugadores en manga corta y con guantes, cuando lo habitual por estas fechas en terminar los partidos envuelto en ese sudor de pretemporada tan poco estético como identificativo. Una distinción más entre este partido, y los demás bolos del verano.

Simeone empleó a jugadores de su total confianza como Gabi, Tiago, Godín, Filipe Luis, Oblak, Saúl y Fernando Torres, que vertebraron un equipo en el que Vrsaljko hizo de Juanfran, y Saúl trató de reemplazar a Griezmann. Si bien las diferencias entre unos y otros se notaron, el componente grupal final, ese que tanto se esmera el técnico del Atlético por mantener, siguió fiel a los cánones establecidos. Aunque el Tottenham dominó, y por dos veces pudo superar a Oblak (primero con un disparo de Onomah que se topó con el larguero y después con un remate al palo de Lamela), la defensa del Atlético sostuvo a un equipo que en ningún momento pareció desordenado. Menos aun cuando Godín envió a la red un saque de falta de Gabi, que peinó Walkes dejando al uruguayo con toda la portería por delante.

A partir del gol, el Tottenham dio un paso adelante y primero Mason con un remate a bocajarro y después Jansenn con un ajustado saque de falta pusieron en aprietos a Oblak, que respondió con seguridad volviendo a demostrar su categoría bajo palos. En el último tramo del partido Simeone dio entrada a canteranos como Caio Henrique, Juan Moreno y Diedhiou que mantuvieron la intensidad del grupo. Porque esa es su primera instrucción, y en esos detalles se fija Simeone.