Sachsenring, la catedral de Marc Márquez
Emilio Alzamora, representante y asesor deportivo, analiza las seis victorias consecutivas del líder del Mundial en el exigente circuito alemán
Marc Márquez, líder del Mundial, recuerda pocos años con tanto frío en Sachsenring, escenario del gran premio de Alemania, esa cita del calendario que el chico de Cervera lleva ganando los últimos seis años de manera consecutiva. Sus numerosas curvas a la izquierda (10, por solo tres a la derecha) le recuerdan a los óvalos americanos que tanto le gustan; su dibujo revirado no logra resistírsele, por mucho que no sea uno de sus trazados favoritos, ya que sacar buena nota y pasarlo bien no es lo mismo. Emilio Alzamora, asesor deportivo y representante del piloto recuerda para EL PAÍS cómo fueron y qué han supuesto para el piloto los seis triunfos en este trazado, “un circuito en el que siempre se ha encontrado muy bien. Ya en su primer año de 125cc luchó por meterse en el podio hasta la última curva. Pero se tocó con Joan Olivé y se cayó”, rememora.
La primera victoria. “En 125cc, en 2010, rodó en unos tiempos súper rápidos para la categoría. Este fue, además, un gran premio importante porque venía de alguna mala carrera, con mala suerte, lesiones, y después de cuatro victorias consecutivas, con el triunfo en Alemania se consolidó como aspirante al título”, apunta. Fue un punto de inflexión, sin duda. Acabaría ganando el título, el primero de unos cuantos.
En Moto2, al año siguiente. “Con una moto más pesada, de cuatro tiempos, enseguida le cogió el pulso a la categoría. Y al llegar aquí, un circuito tan revirado, nos sorprendió mucho cómo era capaz de ir tan rápido”, indica Alzamora. El primer año le ganó la carrera al gran favorito, y a la postre campeón del título Stefan Bradl, con un adelantamiento espectacular en la bajada; le pasó por fuera. En la de 2012 ganó con autoridad a pesar de tener serios problemas de chattering (pequeño y constante rebote del neumático delantero) con la Suter; “pero él siempre se ha sabido sobreponer a esa serie de inconvenientes, incluso en una categoría como esta de Moto2, tan joven y con unas motos tan parecidas y en una evolución constante. Cuando Santi [Giménez, su jefe de mécanicos] y Hugo [Bucher, el telemétrico] revisaron la telemetría alucinaron al comprobar lo rápido que había rodado con los problemas que presentaba la moto en el tren delantero”, rememora. Lo suple todo con las derrapadas, con esa técnica que heredó del motocross y del dirt track.
Llegó a MotoGP. Y antes de en Alemania, ya había ganado en Austin. “Su pretemporada ya sorprendió a muchos. Pero hasta que no llegó a Sachsenring no pudo aprovechar bien su técnica de pilotaje. En este circuito fue en el que marcó la diferencia. La Honda era una moto muy equilibrada, y con los neumáticos usados él sacaba todo el partido a su estilo, a ese feeling que tiene con el gas. Fue una victoria importante porque está justo en el ecuador del campeonato y te permite irte de vacaciones tranquilo. Él sabía que no estaban Lorenzo y Pedrosa, pero se exigió ganar y lo hizo. El propio Márquez la recuerda hoy como “la más cómoda de todas”. Precisamente porque, sin quererlo, se quitó a sus dos grandes rivales de en medio.
En 2014, la del gran premio de Alemania supuso la novena victoria consecutiva para Márquez. Y un golpe de autoridad en el campeonato, que estaba prácticamente decantado a favor del chico de Honda. Fue mágico. El momento clave en el que, por fin, moto y piloto funcionan como uno solo. Ya no es la moto la que lleva al piloto, como ocurría en los primeros meses del año anterior, ya no quedan flecos, ni detalles, puede hacer lo que quiera con ella y la máquina responde al instante. Aun así, el piloto la recuerda como la victoria que más le costó de todas las que cuenta hasta ahora en Sachsenring: “Dani [Pedrosa] empujó hasta el final. Estaba todo el rato a uno o segundo y medio, una distancia nada cómoda, lo que hacía que nunca me terminara de escapar. Así no te puedes confiar. Y eso que el 2014 ha sido el año en el que he estado más fuerte de toda mi carrera”, apunta el dos veces campeón de MotoGP.
Márquez se ha impuesto en el trazado germano incluso en años en los que la Honda no iba tan bien como en el de su debut en la categoría. El año pasado, por ejemplo, cuando sufría mucho en frenada porque la moto ya llegó en pretemporada con problemas de freno motor. Ocurre que este circuito es muy técnico y tiene una zona, la de la omega, en la que no solo hay curvas de izquierdas; es de curvas lentas y que exige de una velocidad por curva idónea y de una línea perfecta.
Montmeló apuesta por mantener el trazado original del Circuit
Los cambios que debe acometer el Circuit de Montmeló para hacer más segura la pista después de que Luis Salom falleciera a los 24 años en el pasado gran premio de Cataluña volvieron a protagonizar la Safety Commission de este viernes en el circuito de Sachsenring. Según explicó Franco Uncini, representante de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) en la comisión de seguridad, la dirección del trazado catalán apuesta por mantener el dibujo original, con mejoras en la escapatoria de la curva 12, lugar del accidente del piloto mallorquín, y otros cambios sustanciales. Podrían asumir, incluso, eliminar la grada de esa zona. Aunque hay un grupo de pilotos que aboga por recuperar el trazado con las dos chicane de la fórmula 1, opción al parecer más económica, no parece que vaya a ser esta la opción que acabe imponiéndose. En cualquier caso, dicen los pilotos, que tienen voz pero no voto, aceptarán la decisión que se tome pues es por seguridad.
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