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Gasquet, el sostén del orgullo patrio

Tutelado por Sergi Bruguera y único superviviente galo en el torneo, es la esperanza de un país huérfano de grandes jugadores desde hace años. Desde 1983 (Yannick Noah), Francia no levanta Roland Garros

Alejandro Ciriza
Gasquet celebra su triunfo contra Nishikori.
Gasquet celebra su triunfo contra Nishikori.GONZALO FUENTES (REUTERS)

Cada uno ameniza las esperas como puede. Andy Murray, por ejemplo, lo hace apoyado sobre una pared, masticando una barrita energética en el túnel que da acceso a la Chatrier, a resguardo de la lluvia; Novak Djokovic, mientras, apuesta por aportar un poco de show, tomando prestado el paraguas de una aficionada y emulando en la pista el baile de Frank Sinatra; unos, como Carla Suárez, con desplazamientos de un lado a otro, mareados porque no encuentran acomodo para el entrenamiento; y otros, el público que acudió ayer a Roland Garros, engullendo crepes (chocolate o azucaradas) y esperando la buena nueva, con la ilusión de que se retirasen las lonas de las pistas y que por megafonía no sonase las palabras indeseadas: jeux annulés.

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Error. Ayer, de nuevo, por segundo día consecutivo, la lluvia volvió a hacer estragos en el programa del torneo. Retrasos, interrupciones y otra vez un buen puñado de partidos suspendidos. Se pudieron disputar apenas dos del cuadro femenino (Samantha Stosur, 7-6 y 6-3 a Simona Halep y Tsvetana Pironkova, 2-6, 6-3 y 6-3 a Agnieszka Radwanska) y arrancaron otros dos del cuadro masculino, el de Roberto Bautista contra Djokovic (3-6, 6-4 y 4-1 a favor del serbio antes del parón) y el de Marcel Granollers (2-6 y 7-6, igualdad con Dominic Thiem). Después, otro día más, stand by; lonas extendidas y todo el mundo a casa, con el cabreo consiguiente por más que los parisinos tengan asumida la dinámica del torneo.

Los franceses que visitaron ayer el Bois de Boulogne se fueron de uñas. ¿Por qué? Porque pudieron ver muy poco tenis, pero sobre todo porque no pudieron ver a la esperanza patria en el torneo, su torneo: Richard Gasquet. El francés, 29 años, es el sostén al que se agarra el país. Con el resto de sus compatriotas fuera de combate, él es quien tiene ante sí el reto que hoy día suena a utopía: lograr que un tenista francés vuelva a levantar la Copa de los Mosqueteros. Desde que lo hiciera Yannick Noah, en 1983, hace 33 años, ningún galo lo ha conseguido. Y, rebobinando más atrás, hay que remontarse hasta 1946 (Marcel Bernard) para encontrar el precedente.

El proceso de la madurez

“Jugar en París, en la cuarta ronda, contra uno de los mejores del mundo y con toda la grada animando es lo máximo para un jugador francés”, dijo cuando batió a Kei Nishikori (sexto en la ATP) y aterrizó por primera vez en los cuartos de final, después de 13 participaciones. Ahí le espera el escocés Murray, nada más y nada menos, uno de los favoritos. “¿Madurez? No lo sé”, respondía el galo, cuyo tope en un Grand Slam son las semifinales (Wimbledon 2007 y 2015, y US Open 2013) y que a lo largo de su carrera ha conquistado 13 títulos individuales –este año uno, en Montpellier–, con 13 finales más en su hoja de servicios –Canadá 2006 y 2012, y Hamburgo 2005 son las más significativas– y el bronce olímpico de Londres 2012.

Gasquet, durante un partido en Roland Garros.
Gasquet, durante un partido en Roland Garros.Dennis Grombkowski (Getty)

Tutelado por el catalán Sergi Bruguera desde hace tres años, Gasquet siempre ha desprendido la sensación de que si hubiese sido más consistente mentalmente, si tuviera un punto más de ambición, podría haber alcanzado cotas importantes. Su revés, plástico y efectivo, es uno de los más apreciados en el circuito. “Nunca he visto uno similar”, describe Feliciano López. Sin embargo, en las citas de altura tiende a derrumbarse y las lesiones le han acribillado desde hace años. “Empieza de verdad a estar maduro”, apunta Bruguera en declaraciones a la web oficial de la ATP; “si no hubiese tenido tantos problemas físicos hubiera logrado muchas más cosas”.

La losa histórica, 33 años de sequía

De momento, Gasquet es el único superviviente francés, porque el resto fueron cayendo uno tras otro. Los más curtidos, como Jo-Wilfred Tsonga (siete del ranking), Gilles Simon (18), Benoit Paire (21) o Jeremy Chardy (32); los jovencitos, caso de Lucas Pouille (31); o por supuesto, el que ni siquiera pudo competir, Gael Monfils, a un lado debido a una lesión. “El año pasado ya hizo buenos partidos, pero aquí con Nishikori ha tenido el momento más importante de su carrera. Nunca había hecho cuartos de final en Roland Garros y está soportando una gran presión”, destaca su técnico; “está en su mejor momento, aprendiendo a gestionar bien los pequeños detalles”.

Con él, Gasquet encuentra el guía idóneo; no en vano, Bruguera ganó dos veces (1993 y 1994) el major francés. “Cuando consigues buenos resultados, este tipo de chicos tienen una maravillosa experiencia, mucha más que la de entrenadores que nunca han jugado al tenis. Ellos saben ver el tenis, saben qué ocurre; saben si estás jugando demasiado corto o demasiado largo. Es lo que más me gusta de él, su enorme experiencia. Esto es por lo que los jugadores elegimos técnicos que han ganado granes finales, porque su experiencia es muy grande”, argumenta Gasquet, ahora el 12 en el listado mundial.

Hoy día, sobre sus hombros, la losa de la historia. Sostener en casa el orgullo de Francia, un país que añora los dulces tiempos de los René Lacoste o Jean Borotra, de los Henri Leconte o Noha, de las Suzzane Lenglen, Simone Mathieu o Mary Pierce. A un abismo de todos ellos, Gasquet es la esperanza francesa. Juega él y las tribunas de la Chatrier vibran.

ORDEN DE JUEGO. MIÉRCOLES 1 DE JUNIO

A partir de las 11.00 y retransmitido por Eurosport. Pista Philippe Chatrier: Serena Williams-Elena Svitolina; Djokovic-Bautista; Gasquet-Murray. Pista Suzanne Lenglen: David Ferrer-Tomas Berdych (sexto turno); Albert Ramos-Stan Wawrinka (tercer turno); Shelby Rogers-Garbiñe Muguruza (cuarto turno). Pista 2: Carla Suárez-Yulia Putintseva (primer turno); Granollers-Thiem (segundo).

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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