Mikel Landa, enfermo, abandona el Giro en la décima etapa

El día de descanso y los insididosos Apeninos que trazan la frontera entre Toscana y Emilia han sido fatales a Mikel Landa, que ha puesto pie a tierra y ha abandonado el Giro cuando faltaban más de 130 kilómetros de la durísima décima etapa. Un tuit de su equipo, el Sky, anunció la decisión de Landa, enfermo, que se había descolgado del pelotón en el primero de los cuatro puertos del día, el paso de la Colina, un tercera de 777 metros de altitud a casi 190 kilómetros de la meta, situada en la cima de otro tercera, Sestola, la estación de Bolonia en la que comenzó a esquiar Alberto Tomba. 

Poco después, el médico del equipo británico, Íñigo Sarriegui, dijo que el ciclista alavés, de 26 años, se había levantado con dolor de tripa, pero que, enfermo y todo, había decidido intentar acabar la etapa. "Los síntomas son los de una gastroenteritis vírica", explicó el médico.

Landa, tercero en el último Giro, el de 2015, en el que puso en dificultades al ganador, Alberto Contador, en las jornadas de montaña, pasó por  la pancarta de la Colina a más de seis minutos del pelotón, acompañado de sus fieles gregarios David López y Mikel Nieve.

El líder del Sky, que la víspera, mirando su puesto en la clasificación general (octavo, a 1m 18s del líder, Gianluca Brambilla, y a 25s de Vincenzo Nibali y 23s de Alejandro Valverde) y, sobre todo, teniendo en cuenta la magnífica contrarreloj que había hecho el domingo, había anunciado claramente que se sentía capaz de ganar el Giro, pues justamente en los diez últimos días, los que comenzaban este martes, estaba concentrado su terreno de preferencia, la alta montaña, incluida una cronoescalada el domingo en la que pensaba asaltar la maglia rosa. Al Giro le queda aún un favorito español, Valverde, que marcha sexto en la general a solo dos segundos de Nibali, el otro favorito para la victoria.