Alonso entra en la Q3 y Hamilton logra la pole

La mejor noticia de la clasificación del Gran Premio de España de F-1 fue que Fernando Alonso se clasificó por fin para la Q3 y saldrá décimo. Para un doble campeón mundial eso no debería suponer nada especial. Pero el asturiano luchó toda la temporada pasada para convertir el McLaren Honda en un coche competitivo sin conseguirlo, y no parecía que este año fuera a lograr su objetivo. Los problemas de la escudería británica se multiplicaron desde que abandonó el proyecto que mantuvo con Mercedes hasta 2014. La incorporación del motor Honda convirtió la escudería en una de las últimas del pelotón. Pero esta temporada el equipo dio un salto espectacular. Y solo eso permitió a Alonso regresar a la Q3, la última tanda de la clasificación, la que reúne solo a los 10 mejores coches. Le acompañó también Carlos Sainz, que saldrá octavo. Pero eso ya es más habitual.

La pole position fue para Lewis Hamilton que salió como un tigre para superar a su compañero de equipo, Nico Rosberg, e intentar frenar así la racha de siete victorias que acumula el alemán. Sin embargo, lo más sorprendente fue comprobar el fracaso de los dos Ferrari que no consiguieron superar a los dos monoplazas de la escudería Red Bull, que parece haber encontrado el camino adecuado para acabar compitiendo con Mercedes. Tanto Daniel Ricciardo como Max Verstappen, superaron por este mismo orden a Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel. Para el piloto holandés se trataba de una prueba de fuego. Era su debut con su nueva escudería, tras dar el salto al equipo mayor por el descenso del ruso Daniil Kvyat. Y, a pesar de sus 18 años, Verstappen dio muestras de su calidad cuando se colocó segundo en la tercera tanda, antes de acabar siendo superado por Hamilton y por su compañero de equipo Ricciardo. “Max ha sido muy rápido, ha sido un buen comienzo para él y para el equipo”, indicó el australiano.

Alonso no lograba entrar en la Q3 desde el Gran Premio de Abu Dhabi de 2014, cuando todavía competía para Ferrari. Entonces acabó octavo. En otra ocasión, el GP de Estados Unidos del año pasado, salió también en novena posición, pero fue gracias a que varias sanciones a otros pilotos le permitieron mejorar su 11º lugar en la clasificación. “Por fin”, indicó el piloto asturiano, con una amplia sonrisa en los labios. “Hemos entrado en la Q3 sin incidentes ni lluvia. Estoy muy contento por haber dado este paso. Nos sentimos competitivos, pero pensando en la carrera, tal vez hubiera sido mejor salir 11º y haber podido elegir los neumáticos”. Sobre la carrera, el español agregó: “Será complicada por la degradación de los neumáticos. Y en este trazado es difícil adelantar. La cuestión será cuidar bien los neumáticos para que lleguen en buen estado a la vuelta 12”.

Para Carlos Sainz estar entre los 10 últimos es bastante más habitual. Toro Rosso tiene esta temporada un coche bastante competitivo y si no surgen problemas –como ha ocurrido varias veces este año- el madrileño tiene armas para entrar en la Q3. En lo que lleva en la F-1, Sainz ha salido nueve veces en las cinco primeras líneas de la parrilla. “Hemos ido bien todo el fin de semana, pero no hemos entrado cómodamente en la Q3”, señaló el piloto madrileño. “Lo de ayer (acabó quinto en la segunda tanda de libres) era surrealista; ya lo dije, hice una buena vuelta pero los otros no habían hecho nada especial. Ahora, creo que Williams está delante de nosotros. Han mejorado su motor y nos están superando”.

Los dos españoles superaron con creces a sus compañeros de equipo. Jenson Button partirá desde la decimosegunda posición, mientras que Daniil Kvyat, al que le cuesta adaptarse a las inferiores prestaciones del Toro Rosso, saldrá 13º.