Real Madrid-Manchester City: Zidane y el “fracaso”
El técnico francés admite sin tapujos el naufragio que supondría la derrota del Madrid ante el City, cuarto en la Premier del Leicester. Casemiro y Benzema son baja, pero vuelve CR
A rebufo de la universal onda expansiva del heroico Leicester, al Madrid le reta hoy el cuarto de esa Premier de hadas, el Manchester City, club con más millones que fútbol que circula a 13 puntos de los foxes. Por algo, Zinedine Zidane, aun sin infravalorar la rival, fue rotundo: “Si no nos clasificamos para la final será un fracaso”. Roma, Wolfsburgo y City no son el mayor camino de espinas rumbo a la gran cita de Milán del próximo día 28. Zidane, al menos, se siente obligado, conoce las exigencias de la entidad y evalúa el partido sin tapujos. Es futbolero. En tiempos de la leicestermanía, nada de confianzas, pero esta vez el Madrid ni siquiera tiene por delante una remontada. Hoy, de entrada, podrá gestionar los tiempos de otro modo, sin urgencias. Su poder goleador le avala, y no menos su seguridad en el perímetro de Keylor Navas. El costarricense no ha encajado un gol en los cuatro partidos que ha jugado en Champions en el Bernabéu, ante Shakhtar, PSG, Roma y Wolfsburgo.
No le falta razón al técnico francés cuando alude a un naufragio para calificar una posible derrota. Al Madrid le respalda su pasado y su presente, con un espinazo deportivo muy superior al del equipo de Manuel Pellegrini, por mucho que no pueda alistar a Benzema y Casemiro, ambos de baja. Sí recupera a Cristiano Ronaldo, lo que multiplica las opciones madridistas: con el portugués, el Madrid promedia 2,2 goles por encuentro; sin él, 1,66. Frente al City, cabe esperar que CR se enquiste más que de costumbre como ariete. No solo por la ausencia de Benzema, sino para evitar recorridos más explosivos desde una banda, inconveniente para quien acaba de pasar por la enfermería. Si el luso se orienta hacia el centro, Bale, el mejor cabeceador de las grandes Ligas, y Lucas Vázquez, un extremo al alza, con ida y vuelta, ocuparían las orillas.
Isco, James...
Más complicado le resultará al entrenador galo cubrir el vacío de Casemiro, el principal contrapeso del equipo, quien abrocha defensa y vanguardia. En una institución que tanto idealiza a los jugadores de media punta y el ataque, los casemiros no tienen votos. En una plantilla con tantos recursos y luces de neón, Casemiro, con un edema, no tiene un relevo natural. Kroos nunca le cogió gusto al puesto y, a estas alturas, echar el lazo a Pepe sería una solución demasiado ultra, propia de un pasado reciente que no dejó el mejor poso. Además, Pepe, en el eje de la retaguardia, se coronó en el Etihad como el mejor de los madridistas. Como sostén defensivo atraviesa una segunda juventud, está ágil y rápido, y con la experiencia regula mucho mejor a la hora de ser contundente. “Kroos tendrá que hacer como todos, defender bien. El que ocupe la posición de Casemiro tendrá que hacer su mismo trabajo, esa es la idea”, afirmó Zidane, que no dio mayores pistas sobre quién cogerá el testigo de Casemiro.
Junto a Kroos y Modric, presumiblemente Zidane deberá elegir entre Isco y James para completar los volantes. Con el francés al mando, el malagueño y el colombiano han tenido el papel de aguadores, desde el banquillo o como titulares en jornadas de descanso para los primeros de la pasarela. Kovacic aún ha contado menos.
En favor de Kroos quizá puntúe también la falta de Silva, lesionado en la ida. Por el radar del eje central, el canario es quien enciende a todo el City. Sin él, el Manchester se mueve a ciegas, supeditado a la pujanza de sus futbolistas de banda, De Bruyne, Navas —lastimado en un tobillo— y Sterling —que apenas ha jugado un partido completo en los últimos tiempos—. Como Zidane con Casemiro, Pellegrini tiene una compleja ecuación para sustituir a Silva. No son pocos los aficionados citizens que se hacen cruces estos días con el expediente Nasri. El francés estaba de baja cuando hubo que enviar la lista de inscritos a la UEFA y en los despachos del Manchester City no calcularon que se recuperara a tiempo, como así ha sido.
Silva no es el único quebradero para Pellegrini, que busca su primera gran final europea semanas antes de abandonar el club. Previsiblemente, el mismo camino le espera a Yaya Touré, pretoriano hasta hace un tiempo y hoy con ganas de cambiar de nuevo aires, de aires más económicos que futbolísticos. A los 32 años se ha perdido los tres últimos encuentros y aún arrastra molestias. No obstante, ya remolón en tareas de pico y pala, hace meses que dejó de ser un futbolista capital en el andamiaje del ingeniero Pellegrini. El chileno cree que su equipo tiene “capacidad y fútbol” para ganar. De lo contrario, no sentirá el “fracaso” de la misma forma que Zizou. La historia del Madrid es otra. Obliga y obliga.
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