El Valencia despide a Gary Neville

El tiempo de Gary Neville en el Valencia ha llegado a su fin antes de los seis meses que en principio debía permanecer el entrenador inglés en el club. A Peter Lim, propietario de la entidad, no le ha quedado más remedio que despedir del banquillo de Mestalla a su amigo-socio, al exjugador del Manchester United al que concedió la dirección de un club con 97 años de historia sin contar apenas con experiencia como entrenador, salvo como ayudante de Roy Hodgson en la selección inglesa, en la que aún continúa.

“Quiero dar las gracias al Valencia, a los aficionados, al cuerpo técnico, a los trabajadores y a los jugadores. Me hubiera gustado continuar con el trabajo que empecé, pero entiendo que estamos en un negocio que se basa en los resultados y en los 28 partidos que he estado, estos no han estado al nivel que me exijo y al que requiere este club”, admitió el técnico inglés en un comunicado en la web del club, donde parece que entiende los motivos que han provocado su marcha.

El Valencia ha esperado a que Neville regresase de ejercer sus funciones en el combinado inglés, cargo que compaginaba con la de entrenador che, para comunicarle la rescisión de su contrato, anunciado ayer antes de que diese comienzo la sesión del entrenamiento vespertino. Pako Ayestarán se hará cargo del equipo hasta final de temporada.

La rescisión del contrato de Neville se justifica por los resultados. Lim ya no tenía motivos para protegerle. El inglés sustituyó a Nuno Espirito Santo en la jornada 13, con el Valencia a cinco de los puestos de Champions. 17 partidos de Liga después, la distancia se ha alargado hasta los 20 puntos de la cuarta plaza que ocupa el Villarreal. Con 34 puntos conseguidos, y a falta de ocho jornadas para concluir la Liga, le separan seis puntos del descenso.

Tres victorias, seis empates y ocho derrotas, es el triste bagaje de Neville en la Liga. El Valencia tampoco pudo pasar a octavos de final de la Champions, y en la Copa del Rey, tras pasar tres rondas ante rivales menores (Barakaldo, Granada y Las Palmas), el Valencia padeció una de los partidos más humillantes de su historia, siendo goleado (7-0) por el Barça en cuartos de final. La aventura en la Liga Europa también acabó en octavos contra el Athletic.

“Gary vete ya”

La derrota sufrida por el Valencia ante el Celta (0-2) en la última jornada de Liga, la tercera consecutiva, alertó a Layhoon, la presidenta del club, que escuchó la cíclica sentencia de la afición valencianista: “¡Gary vete ya!”, nada nuevo en Mestalla. Hasta ese momento, Neville se aferraba a su puesto: “Confío en mi trabajo”. Tras ese partido, Layhoon conminó a Neville a que renunciase por el bien del club y de su amigo Peter Lim. La presidenta no logró convencer al inglés de que dimitiese y sí a Lim para que despidiese al técnico, opinión largamente compartida por la dirección deportiva, con García Pitarch a la cabeza, en pos de proteger la inversión del magnate de Singapur en el club, sin posibilidades de jugar en Europa el próximo curso y en peligro real de descenso.

Sin trayectoria como entrenador, desconocedor de la Liga y del idioma, Lim entregó el Valencia a Neville. “Gary siempre ha mostrado un alto nivel de liderazgo dentro y fuera del campo. Es un gran motivador”, anunció Layhoon las bondades del inglés a principios de diciembre pasado. “Siempre he deseado ser el mejor”, dijo de sí mismo el inglés, cuyo orgullo y acentuada personalidad quedó en entredicho ante el Atlético en Mestalla hace tres jornadas en un hecho sin precedentes: la afición del Valencia realizó un cambio cuando entró Negredo a petición popular mientras Neville requería la presencia de Abdennour.

En las ocho jornadas que restan para finalizar la Liga, el Valencia se encomienda a Pako Ayestarán, contratado mes y medio atrás, en principio, para reforzar el cuerpo técnico. “Yo soy el entrenador principal del Valencia. Ha sido mi nombramiento. Si me voy, Pako [AYESTARÁN], se irá también”, predijo erróneamente Neville, que ha fracasado en su primera aventura como entrenador, despedido sin más remedio por Lim.