Abraham, el correcaminos del Espanyol que la juega
El volante es clave en la armonía del vestuario y en el equilibrio del equipo, que suma nueve de los últimos 12 puntos
Tras un entrenamiento del Espanyol, no es extraño ver a Abraham González en el bar de la Ciudad Deportiva Dani Jarque tomándose una caña con los abuelos blanquiazules que se pasan la mañana jugando al dominó. Tampoco sorprende a nadie que Abraham se meta con el grupo que juega al parchís en las concentraciones (Álvaro, Víctor Álvarez, Asensio y Moreno) ni con el estilo de vestimenta del alguno de sus compañeros. “Poca gente te hablará mal de él. Está siempre de buen rollo y trae muy buen ambiente al grupo”, asegura Víctor Sánchez. “Está siempre de cachondeo”, remata Javi López. Tan importante en la armonía del vestuario como en el equilibrio del mediocampo, Abraham se ganó un lugar en el once de Galca, que ha sumado nueve de los últimos 12 puntos.
En el verano de 2013, Abraham llegó al Espanyol a coste cero “como un jugador para completar la plantilla”, según cuentan los técnicos. Dos buenas temporadas en el Alcorcón (Segunda A) le sirvieron de visado para que Óscar Perarnau, entonces director deportivo blanquiazul, lo pescara para el equipo que dirigía Javier Aguirre. No defraudó el volante, que, con el mexicano, disputó 21 partidos (13 de titular) en la Liga. Y cuando Sergio González reemplazó a Aguirre, Abraham se ilusionó. La buena relación que los unía, sumado a la intención inicial de Sergio para olvidar el fútbol pragmático del azteca, le vaticinaba mayor importancia en el equipo. Sin embargo, la relación con González se rompió y su lugar en el once se extravió. En cambio, su figura en el vestuario creció, clave para sostener la crisis del conjunto blanquiazul que se hundía en la tabla tras el adiós de Sergio.
Se desgasta mucho y, además, tiene pausa, juego en largo y en corto. Es un jugador completo
“Es un chico muy inteligente que se sacrifica por sus compañeros”, asegura Galca. Explican en Sant Adrià que Abraham es el jugador que más kilómetros recorre cuando está en el terreno. “Se desgasta mucho y, además, tiene pausa, juego en largo y en corto. Es completo”, opina Víctor Sánchez. El rumano no daba con la tecla en el equipo hasta que, después de escuchar al grupo, se olvidó del fútbol alegre y diagramó un trivote en la medular con Abraham, Diop y Víctor Sánchez para matar la sangría de puntos. La fórmula le funcionó. “Abraham junto a Víctor y Pape dan mucha consistencia”, explica Javi López. “Los delanteros están menos pendientes del trabajo defensivo y juegan más sueltos”, tercia Sánchez. Hoy, frente al Granada (20.30), sin Víctor Sánchez ni Diop (suspendidos), Abraham es el seguro de Galca en la medular.
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