Valerón: “Nunca he dado una patada con mala intención”
El futbolista canario, que no descarta seguir una temporada más jugando, aporta su visión sobre el fútbol, la vida y la religión
Un camino sinuoso y embarrado da acceso a la disimulada ciudad deportiva de Las Palmas, en lo alto de una pequeña colina donde dos campos de césped dan la bienvenida. Llueve a mares y Juan Carlos Valerón (Arguineguín, Gran Canaria; 40 años) se toma su tiempo hasta salir del barracón que hace las veces de vestuario. Pero no tiene prisa sino que le gusta explayarse por más que diga que se muerde las uñas por timidez. Habla con poso y experiencia, y sabe lo que se dice porque disfruta cada momento que le queda hasta que finalice su carrera, que depende más de la voluntad de los otros que de la suya.
Pregunta. ¿Cree que es un jugador a contramano porque en las últimas décadas premia más el físico que el talento?
Respuesta. No tengo esa sensación; desde que empecé siempre se ha buscado futbolistas de buen trato al balón. Lo que pasa que siempre habrá más equipos que quieren destruir que crear. Pero se trata de encontrar un equilibrio en cada parte del campo y todos los estilos son válidos. Cada uno intenta hacer lo mejor dependiendo de sus características.
P. ¿Pero disfruta de ese fútbol?
R. No depende de la creatividad del juego porque he disfrutado de partidos en que el balón no va por abajo. Yo elijo lo otro porque me gusta tocar, pero también he tenido compañeros sin esas virtudes que aprecian trabajar para los otros. No todos tienen las mismas capacidades ni entienden el fútbol igual, pero eso hace que este deporte sea tan bonito.
La felicidad de ‘El Flaco’
Cuando Valerón dejó el Deportivo tras 13 temporadas, no tenía pensado qué hacer. Le gustaba la idea de probar en una liga exótica porque “a veces salen cosas interesantes a algunos que ya tenemos una edad”. Pero no se concretó nada y cuando apareció la oportunidad de Las Palmas le pareció “improbable” que realmente le quisieran. “Aunque Dios, el presidente y el director deportivo así lo permitieron, por lo que quiero dar lo mejor de mí tanto dentro como fuera del terreno de juego”.
Renueve o no un curso más, Tonono, responsable del área deportiva, ya le ha pedido que al acabar su carrera realice tareas de coordinador de fútbol en el club. A Valerón le convence esta propuesta “o la que sea porque se trata de ayudar”, pero al mismo tiempo sigue impulsando el club de fútbol que creó para los chavales que no tenían equipo: el Abrisajac, que proviene de las iniciales de Abraham, Isaac y Jacob, patriarcas bíblicos. ¿Pero le ha faltado algo a Valerón en su vida? “Para nada. He vivido y disfrutado mis situaciones al máximo, y he logrado mi objetivo que es ser feliz”, resuelve.
P. ¿Pero con qué jugador se queda, histórico o no?
R. Cruyff, Messi, Cristiano, Laudrup, Zidane, Iniesta... ¡Muchos!
P. ¿No le preocupa que haya más obreros que artistas?
R. Es que el fútbol son tendencias, estilos. Cuando hay un equipo que gana mucho y bien, los demás suelen copiarse. Como ha pasado en los últimos años con el Barça. Pero también con el Atlético, que tiene una propuesta diferente pero que también da resultados. Esa es la clave.
P. ¿En qué sentido?
R. Que cuando se busca resultados inmediatos no se crea un estilo. Y el fútbol siempre ha funcionado por el resultado porque siempre se cambia al entrenador y si ese tampoco funciona pues se pone a otro. Para mí lo que te va a dar una base sólida es tener un estilo y defenderlo, pero sobre todo darle tiempo para que te den la razón esos resultados.
P. ¿También le gustaría que siempre hubiera un mediapunta sobre el césped?
R. Me parece bueno que lo haya, claro. Aunque cada vez hay menos. Pero volvemos a las tendencias y seguro que es una posición que no se extinguirá.
P. ¿Hay menos porque es un jugador que arriesga?
R. Para mí arriesgar es lo natural, es lo que hay en mi cabeza. Y arriesgar no pasa de moda. Lo que pasa es que hay que saber cuál es la prioridad y hasta qué punto estás dispuesto a arriesgar para conseguir algo.
P. Otros lo consiguen con las malas artes…
“Quería demostrar que podía ser profesional jugando con mi fútbol”
R. Hay que convivir con ello y respetarlo. Cada uno transmite en su manera de jugar cómo es, cómo se siente y qué valores tiene. Yo habré dado alguna patada, pero nunca con mala intención.
P. ¿Y cómo aguanta la provocación?
R. Cuando eres más joven te pones un poco nervioso y puedes reaccionar diferente. Pero en el fútbol como en la vida, cuando las cosas no te salen bien y estás a punto de perder, no se debe recurrir a lo incorrecto. Hay que aceptar la derrota y no revolverse con nadie. Yo he creado mi identidad jugando con mi fútbol porque quería demostrar que uno puede hacerse un hueco en el mundo profesional así. Estoy bien con ello porque a veces cuesta defender tu identidad en los momentos difíciles, como en los inicios, cuando me decían que jugando así sería difícil llegar y sobresalir.
P. ¿Qué le pedían?
R. Carácter, intensidad, mala leche…
P. ¿Y pedir el balón no es tener carácter?
R. Eso es algo que siempre he intentado hacer ver a mis compañeros y técnicos. Coger el balón es ser valiente. Y lo importante es no perder tus creencias.
P. Usted cree en Dios, ¿no?
R. Sí. Siempre he tenido inquietud por mi fe y por encontrar ese sentido a la vida. De ahí que mi relación con Dios siempre ha sido muy cercana. Por eso para mí es mejor hacer lo correcto aunque eso signifique perder.
“Creo que es mejor hacer lo correcto aunque eso signifique perder”
P. ¿Y cómo es su relación con Dios?
R. Me viene dada por la familia. A nosotros se nos murió un hermano cuando era jovencito. Pero a todos siempre le ocurren situaciones difíciles o problemáticas y se busca la manera de encontrar algo que le dé sentido. Por eso, al acercarme a Dios he conocido cómo quiere que vivamos. Y a veces no es fácil porque supone actuar de manera diferente, pero al final te hace sentir bien y te da felicidad y paz el caminar de esa manera. Hay que pensar en los que te rodean y no en uno propio, cosa que en la sociedad actual ocurre con más frecuencia al contrario.
P. ¿Por eso no le guarda rencor a nadie?
R. A nadie. Intento buscar el bienestar de todos y hay que entender que no somos perfectos y te pueden perjudicar.
P. ¿Le gustaría que le recordasen como un buen jugador o como una buena persona?
R. No pienso mucho en eso. Lo que tenga que ser que sea.
P. Iniesta dice que pagaría por verle jugar…
R. Me da un poco de vergüenza. Estamos hablando de un futbolista de un nivel y categoría muy importante. Pero me hace sentirme bien. Y yo por supuesto que también pagaría por verle porque me gusta su manera de ser y refleja el estilo de entender el juego que más aprecio.
“La decisión de seguir otro año será prácticamente del club y del mister”
P. A ustedes dos les aplauden en todos los campos. ¿Emociona?
R. Hablar de esto no me gusta mucho porque trato de ser muy normal y natural. Prefiero pasar desapercibido. Pero estoy muy agradecido por esas muestras de cariño que encima ocurren sobre el césped, que es donde disfruto.
P. ¿Pero sigue disfrutándolo como antes, cuando sus piernas eran más rápidas?
R. Igual. Es más, ahora disfruto de cosas que de joven no veía, como el vestuario, los compañeros, los partidos grandes…
P. ¿Quiere seguir un año más?
R. Al final de la temporada veremos qué pasa. Ahora mismo mi cabeza sólo piensa en acabarla. Es un año importante para Las Palmas y este reto no te da para pensar en otra cosa. Ni me lo he planteado ni quiero planteármelo.
P. ¿Pero Las Palmas quiere que siga?
R. Tampoco lo hemos hablado por el momento. Pero sí puedo decir que la decisión prácticamente será del club y del mister. Lo que ellos consideren mejor junto con mis sensaciones.
P. Así que le gustaría seguir un año si se encuentra bien…
R. Claro. Pero hay que esperar y valorar.
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