Un pasaporte falso pone en jaque al Madrid
La Asociación de Clubes de Baloncesto y el Barcelona se personan en la investigación sobre el documento que permitió jugar a Marcus Slaughter en la temporada 2014-2015
Dos pasaportes con el mismo número, AA001696. Esa fue la anomalía que llevó a la Federación Española de Baloncesto (FEB) a informar a la Policía en mayo del año pasado. Los pasaportes, guineanos, correspondían a los estadounidenses Marcus Slaughter, pívot del Real Madrid, y Andy Panko, pívot del Fuenlabrada. Los hechos pasaron al Juzgado número 27 de Madrid, que solicitó a la Embajada de Guinea Ecuatorial sendos certificados de nacionalidad. Tras estudiar la documentación recibida, el juez considera que existen indicios de que los pasaportes pueden ser falsos. Ambos jugadores tienen el mismo representante, el serbio Mizko Raznatovic.
La embajadora de Guinea Ecuatorial, Purificación Angué, remitió una carta al juez, publicada ayer por La Vanguardia, en la que asevera que dichos pasaportes, expedidos por el consulado de ese país en Las Palmas, “no son legales, sino falsificados mediante métodos fraudulentos, pues ambos señores no residen ni han residido en la República de Guinea Ecuatorial, por lo que deberán aclarar la procedencia de dichos documentos, cuya serie se desconoce”.
La ACB ejercitará todas las acciones que considere en defensa de los legítimos intereses de la competición y de la propia organización
El Barcelona emitió ayer un comunicado en el que informó que solicitará ante el juez de instrucción su comparecencia como parte perjudicada por los hechos investigados. Slaughter, gracias a aquel pasaporte, jugó y ganó con el Real Madrid la final de la Copa del Rey y la Liga Endesa en 2015, en calidad de Cotonou, extranjeros de países de África, Pacífico y el Caribe que gozan del mismo estatus que los comunitarios. El mexicano Ayón y el argentino Campazzo ocuparon las dos plazas de extracomunitarios. El Barcelona, que perdió ante el Madrid ambas finales, hace constar su “sorpresa y preocupación por unos hechos que, de confirmarse su autenticidad, supondrían una grave adulteración de las competiciones”.
Poco después de hacerse público el comunicado del club azulgrana, la ACB emitió otro en el que explica que ha decidido personarse en el proceso penal abierto “para ejercitar todas las acciones que considere convenientes en defensa de los legítimos intereses de la competición y de la propia organización”. Además, informa de que dará traslado formal de los hechos al Juez Único de la Federación Española (FEB) para que, en su caso, decida acerca de la incoación de los expedientes disciplinarios que procedan. “La ACB manifiesta el firme compromiso de la organización a favor del juego limpio, los valores del deporte y colaborará en todo cuanto sea preciso para el esclarecimiento de los hechos”. En la causa están personados el Fuenlabrada y la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP).
El Juzgado de Instrucción Número 27 de Madrid dictará dos comisiones rogatorias a Turquía y Francia para tomar declaración a Slaughter y Panko, para que participen en el cuestionario remitido mediante una comisión rogatoria. Slaughter juega en el Darussafaka Dogus de la Liga turca y Panko en el Nancy de la francesa. La falsificación de documento público se castiga con una pena de entre seis meses y dos años de prisión, según el Código Penal.
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