El Sporting pone en riesgo al Valencia

El Valencia del millonario proyecto de Lim se encuentra en zona de riesgo, con el descenso cercano. El Sporting también sacó amplio rédito en Mestalla, vencedor del partido casi sin proponérselo, bendecido por la olvidada pegada del Valencia ejemplificada en Negredo que a sus 30 años parece ser el recuerdo del futbolista que fue en el Sevilla y en su primera temporada en el Manchester City. Negredo falló dos ocasiones únicas, víctima de la ansiedad que rodea al Valencia que nada le sale, ni en sus días buenos (no se recuerda cuando), malos o regulares como ante el Sporting. Mestalla estalló contra sus jugadores al final del encuentro, sin mirar ni al banquillo ni al palco.

Once jornadas sin conocer la victoria, resulta mucho más que una crisis cíclica. Es la demostración empírica de la desestructura del Valencia que Lim encomendó a su amigo Mendes, que le dejó formar una plantilla de bisutería a precio de oro, que dejó las riendas del equipo primeramente a Nuno, otro amigo del magnate de Singapur y, ahora, a Gary Neville, cuyas prácticas de entrenador las está haciendo en el histórico y convulso Valencia, un club mayor rebajado en la actualidad. El inglés solo ha sumado cinco puntos de ocho encuentros. Y la realidad de la clasificación dicta que el objetivo actual del Valencia es la permanencia, pelear por no descender con su vecino Levante. O Las Palmas, Rayo o Sporting a los que no ha podido vencer en Mestalla.

El inició del partido desmintió el desenlace final. El Valencia se propuso no dar opciones al Sporting, sometido a la intensidad del conjunto che comprometido, superior en todas las facetas del juego al equipo asturiano, con el recuperado Feghouli tras dos meses de ausencia por lesión y Piatti percutiendo por las bandas. Cuestionado su rendimiento hasta la fecha, pretendido por varios equipos en el mercado invernal, el extremo argentino, activo durante el primer acto sustituido al poco de comenzar el segundo, tuvo la ocasión al cuarto de hora de poner en ventaja al Valencia tras un disparo interceptado por Cuéllar tras una acción de André Gomes. Anteriormente la gozó Negredo asistido también por el portugués. Al delantero vallecano, de nuevo capitán, le sigue faltando chispa y velocidad para dar lustre a sus buenos movimientos y alcanzar los remates.

El esférico pertenecía al Valencia. Al Sporting, al que Abelardo dio continuidad al once que goleó a la Real salvo la baja de última hora de Lora sustituido por Ognjen, no le quedaba otra que defenderse ante el buen manejo che, mejorando en los primeros 45 minutos la imagen de los precedentes encuentros en Mestalla. Los retoques en la alineación de Neville fueron escasos, dando descanso a Parejo ante la cita copera ante el Barça.

Fue perdiendo cadencia el Valencia con el paso de los minutos. Pasada la media hora, el murmullo en Mestalla se hizo presente ante la falta de precisión en la ejecución de pases en apariencia sencillos. Todo lo bueno y lo malo que sucedía en el encuentro era fruto del haber y del debe del Valencia sin encontrar respuesta del Sporting, fiable solo en defensa con protagonismo de Cuéllar que adivinó el tiro de Negredo en la mejor acción del primer acto tras dejar pasar el balón Feghouli dejando solo al delantero ante el portero extremeño en posición escorada. En el rechace de Cuéllar, ni Feghouli ni Gaya pudieron salvar con sus remates las piernas de los defensores asturianos.

Todo se torció para el Valencia en el inicio del segundo acto, tras cometer Danilo penalti sobre Jony al zancadilleado por el brasileño. La pena máxima fue convertida con tranquilidad por Sanabria. La reacción de Neville fue inmediata, dando entrada a Parejo y Bakkali por Danilo y Piatti. Jony volvió a poner los pelos de punta a Mestalla tras lanzar una falta a la escuadra a la que voló Ryan para evitar un nuevo gol.

El Valencia tiró de orgullo. Una vez más como en los últimos partidos con Neville en la dirección en los que siempre ha ido a remolque en el marcador. La suerte también le estuvo esquiva al conjunto che y a Negredo cuyo remate de cabeza terminó en el palo de Cuéllar. Tampoco estuvo acertado Negredo en un mano a mano con Cuéllar, picando el esférico al lateral de la red. Para entonces, el Valencia atacaba a impulsos con más pasión que criterio. Y de nuevo Negredo, tras una jugada de Bakkali y asistido por Gaya, envío el esférico alto desde el área pequeña y con Cuéllar batido. Tampoco encontró por poco la portería asturiana un remate de cabeza de Rodrigo. Nada le sale a este Valencia al que Neville no encuentra solución. Unos 50 seguidores esperaron a la salida del estadio de Mestalla para increpar a los jugadores locales.