Un radar congela a Barreda
El español, que había marcado el mejor tiempo, vuelve a ser penalizado por exceso de velocidad Sainz se queda a seis segundos de la victoria por un pinchazo
Una nueva penalización, y esta de las importantes, volvió a privar a Joan Barreda de conseguir la victoria en la cuarta etapa del Dakar, la primera de las cuatro de tipo maratón que incluye este año el Dakar. El piloto de Honda volvió a ser castigado, esta vez con cinco minutos de tiempo añadido, por sobrepasar la velocidad permitida en el último tramo de la especial. Esta sanción otorgó la victoria al portugués Paulo Gonçalves, compañero en Honda.
“Kevin [Benavides], que es piloto local abría pista y ha impuesto un ritmo muy alto. Primero ha llegado Paulo y después yo y hemos mantenido el ritmo”, aseguró el español. “Había un radar en una pista muy rápida en la que íbamos a 175 kilómetros por hora. Nos hemos tratado de ajustar al límite, pero a la entrada me he pasado de frenada”, reconocía Barreda. Sin embargo, el piloto de Honda no se mostró demasiado desilusionado por lo ocurrido. “Es una lástima, pero al final tampoco cambian tanto las cosas. El objetivo es mantenernos allí adelante, entre los cinco primeros y creo que lo estamos consiguiendo”, aseguró.
Barreda vuelve complicarse la vida en una etapa maratón, como ya lo hiciera en 2015 en Bolivia -en aquel momento tras partir el manillar en una caída-, se descuelga hasta el tercer puesto de la general, a tres minutos de Gonçalves, líder.
Barreda, al igual que el resto de los pilotos, tantos de motos, como de quads y coches, no podrá realizar ninguna reparación en su vehículo tras la llegada al campamento de San Salvador de Jujuy. Una vez allí, su moto compartirá espacio en un “parque cerrado” en el que como novedad desde la edición de 1998 ni los mecánicos ni los pilotos podrán realizar ninguna reparación o retoque en sus máquinas. “Hemos estado viendo los neumáticos, y se han degradado menos de lo que esperábamos por lo que los mantendremos para la siguiente etapa”, aseguró relajado el piloto de Torreblanca.
La que vivió una situación mucho más dramática fue Laia Sanz, que tuvo que auxiliar a otro motorista por el camino. A la altura del kilómetro 40 se topó en el suelo con Pierre Renet. La piloto española trató de asistir al francés durante más de media hora, cuando este se encontraba desplomado sobre el suelo. “Era una zona peligrosa con muchas curvas ciegas y se ha salido. Cuando me estaba acercando ha sonado la alarma de mi GPS y he visto que estaba inconsciente”, aseguró Sanz. “He intentado llamar con su iritrack y con el mío, pero no funcionaban, y al final he tenido que llamar con mi teléfono”, añadió. Según los primeros exámenes médicos, Renet sufrió un traumatismo craneal tras una fuerte caída, y fue evacuado por un helicóptero de la organización.
Un pinchazo detiene a Sainz
En coches, el francés Stephane Peterhansel se llevó la victoria de etapa seguido de Carlos Sainz. El piloto español sufrió un pinchazo en su Peugeot en el primer tramo de la especial que le hizo ralentizar el buen ritmo que llevaba y aunque logró solucionarlo en apenas tres minutos no llegó a tiempo de disputar la victoria de etapa, que se le escapó por tan solo once segundos. “Aun así estoy contento, que le vamos a hacer. Pinchar en el Dakar es algo relativamente normal, pero quedarte parado 13 minutos como en la segunda etapa por un problema que no sabes ni por qué ha ocurrido es peor”, aseguró el piloto español, que gracias a este segundo puesto escala hasta la quinta posición en la general.
De esta forma, la escudería francesa vuelve a mostrar una jornada más su dominio en este comienzo de Dakar, ya que con el de ayer, suma ya su tercer doblete consecutivo. En la general sigue mandando Sébastien Loeb (acabó tercero), a cinco minutos de Peterhansel.
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