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Negredo se redime y allana el camino a cuartos del Valencia

Un hat-trick del delantero vallecano acaba con un Granada horroroso en defensa

Negredo conduce el balón.
Negredo conduce el balón. M. Q. Alonso (Getty)

La densidad del calendario de competiciones ofrece cada tres días oportunidad para la redención. Ante el Granada, en la Copa, Negredo se reivindicó con tres goles, dos de ellos de penalti, para liberar de su mente la ocasión fallada ante Keylor Navas del pasado domingo en el último instante del encuentro de Liga ante el Madrid. Negredo se marchó de Mestalla en la noche del domingo cabizbajo y disgustado. Después del partido ante el Granada su rostro recuperó la serenidad.

VALENCIA, 4; GRANADA, 0

 Valencia: Ryan, Barragán, Santos, Vezo, Orban, Javi Fuego, Parejo (Piatti, m.46), Enzo Pérez (Zahibo, m.64), Rodrigo Moreno (De Paul, m.76), Negredo y Santi Mina.

Granada: Kelava, Miguel Lopes, Babin, Mainz, Doria, Biraghi (Edgar, m.64), Agbo Uche, Khrin, Rochina (Javi Márquez, m.72), Success (El Arabi, m.61) y Peñaranda.

Goles: 1-0. M.7. Negredo. 2-0. M. 34. Rodrigo Moreno. 3-0. M.63. Negredo, de penalti. 4-0. M.83. Negredo, de penalti.

Arbitro: Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó por el Valencia a Enzo Pérez y Orban y por el Granada a Biraghi, Doria, Edgar y Javi Márquez.

15.000 espectadores en Mestalla.

Contribuyó para la alegría de Negredo la candidez de una defensa de horror del Granada, que concedió dos goles y cometió dos penaltis inocentes. En el segundo de ellos, Negredo quiso ceder el protagonismo. A petición de Mestalla y de sus propios compañeros, el vallecano lanzó y anotó su segunda pena máxima para redondear una tarde perfecta que coloca al Valencia a medio paso de los cuartos de final. Tuvo el partido más ritmo que orden, más ocasiones que juego. Al Granada le penalizaron los errores propios focalizados en sus defensas.

La Copa, llegados a los octavos de final, interesa, pero menos. Gary Neville, pensando en la Liga, refrescó la alineación al igual que Sandoval. Es también el torneo copero la competición para los segundos porteros, Ryan en el Valencia y Kelava en el Granada. Mestalla, que acostumbra a dejar pocos asientos vacíos, se mostró con un discreto aforo.

Los presentes se llevaron pronto una alegría. A los siete minutos, Mainz que se recreó con el balón en los pies intentando dar salida al juego, se dejó robar la cartera por Negredo, que se adentró en el área y batió a Kelava en su salida. Necesitaba el delantero vallecano el gol como el comer. Neville dijo en la noche del domingo que llegarían los goles de Negredo y, en la previa, que se merecía la titularidad. Los seguidores valencianistas se muestran condescendientes con el delantero llegado del Manchester City el verano de 2014 por 32 millones de euros, y a pesar del escaso rendimiento ofrecido hasta la fecha.

Sandoval se protegió, al igual que ante el Sevilla en la jornada anterior en Liga, con tres centrales y dos carrileros, Lopes y Biraghi aumentando la defensa a cinco efectivos cuando atacaba el Valencia. La aparente seguridad quedó resquebrajada por el error de Mainz. En el área contraria, un fallo de Vezo no lo aprovechó Peñaranda que con su potente zancada dejó atrás al defensor portugués pero no apuntó bien su disparo. Salvo Mustafi, los centrales del Valencia, Vezo, Santos o Abdennour, son un chollo para cualquier delantero rival.

Con una línea de tres centrocampistas, al Valencia le cuesta un mundo dominar los partidos. También ante el Granada, con más dinamismo que precisión el conjunto nazarí que se asomó con cierta facilidad al área de Ryan. Más selectivo, el equipo che sacó jugo de la bondad defensiva del Granada. Pasada la media hora, regaló Babin el esférico a Enzo Pérez, que filtró un pase a Santi Mina para que el vigués cediera generosamente el gol a Rodrigo, facilitado por la desorganizada zaga del Granada.

A las transiciones en ambos equipos les faltaba pausa, acentuado en la segunda mitad en el Valencia tras quedarse Parejo en el vestuario en el descanso, sustituido por un agitador como Piatti. El esférico frecuentaba las áreas manteniendo la alerta de los porteros. Salvó Kelava con el pie izquierdo un toque rápido y sutil de Rodrigo. En la otra portería, contestó el australiano Ryan evitando con una gran parada un remate de Babin. Las llegadas del Valencia tenían más picante. En una de estas, Santi Mina fue derribado inocentemente por Uche dentro del área del Granada. El penalti lo convirtió Negredo con sangre fría. Y fue objeto poco después de un nuevo penalti que también, pese a sus reticencias para lanzarlo, convirtió en gol. Un hat-trick del vallecano que le redime en Mestalla y acerca al Valencia a cuartos de final.

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