El Betis no puede con un Celta en inferioridad por la roja a Jonny

El Betis desperdició una buena ocasión de volver a ganar en el Benito Villamarín, algo que no hace desde el 12 de septiembre, acumulando cuatro derrotas consecutivas. El Celta, plagado de bajas y con menos chispa de la habitual en ataque, se llevó un punto ante la ineficacia de los de Mel, que no supieron aprovechar su superioridad numérica durante más de 40 minutos después de la expulsión de Jonny. La roja al lateral reconvertido a central marcó un choque que ganaba el Celta y que el Betis pudo empatar gracias a su empuje y una buena acción de Petros y Jorge Molina. Poco más hizo el grupo de Mel, con Joaquín y Rubén Castro fuera de foco, agarrado a las acciones de un futbolista con limitaciones, el propio Petros, que forzó la roja a Jonny y dio el pase de gol. La presión del brasileño y su empuje fueron lo mejor de un Betis demasiado plano, al que le faltó inteligencia y fútbol para superar a un Celta ordenado, pero en inferioridad. La tuvo Joaquín, en un buen lanzamiento al palo después de una falta, pero en líneas generales el punto sabe mejor a los gallegos, que tampoco andan muy finos pero se acomodan en los puestos altos de la clasificación.

No hay forma de que el Betis comience bien un encuentro en casa. Al menos, que sea capaz de que el rival de turno no se adelante en el marcador. Cuatro derrotas consecutivas acumulaba el equipo andaluz en el Benito Villamarín, siempre precedidas de un gol en contra, muchas veces en los primeros minutos. La extrema debilidad de los andaluces en su estadio no afloró, sin embargo, en los primeros minutos de un partido que ambos equipos quisieron controlar. Es más, fue el Betis el que gozó de las primeras dos ocasiones. Sergio, que venía siendo cuestionado, realizó una gran parada ante Cejudo y otra más decisiva frente a Ndiaye. Rubén Castro dejó solo al senegalés, sin calidad para resolver. El Celta, con numerosas bajas en defensa, sin la chispa de otros partidos, se puso por delante en una acción de mucha calidad. Nolito vio de cine a su compañero Bongonda. El pase al hueco abrió en canal la lenta defensa del Betis. Crujieron Westermann y Bruno, muy nervioso toda la noche, y Dani Giménez, titular por la lesión de Adán, tapó tarde. Marcó Bongonda y el Celta hizo fácil lo más complicado del fútbol: el gol.

El Betis no dispone de demasiados argumentos para generar fútbol cuando juega debajo del marcador. La responsabilidad pesa sobre Dani Ceballos, quien apenas pudo brillar ante el acoso de Wass, un futbolista interesante. El Celta se defendió con mucho orden y el Betis se fue ahogando en su propia impotencia.

A los cinco minutos de la segunda mitad, Petros presionó bien a Jonny, quien lo agarró cuando enfilaba la meta de Sergio. La roja detuvo el ímpetu del Celta, que, sin embargo, se movió con cierta soltura ante la inoperancia del Betis. Solo en una falta de Joaquín al palo y en un remate de Bruno que sacó Wass, que estaba en todas partes, creó peligro el conjunto andaluz. El Celta, bien sostenido por Cabral, caminaba hasta el triunfo mientras los aficionados andaluces se frotaban los ojos, incapaces de entender por qué su equipo generaba tan poco peligro. Entonces llegó la segunda acción de calidad de Petros, con un buen pase al interior del área que Jorge Molina tradujo en gol. Quedaba tiempo por delante para confirmar la remontada, con el recuperado Vadillo en el campo. No fue el día de Rubén Castro y Joaquín, los jugadores destinados a marcar las diferencias. Incluso el Celta gozó de una ocasión increíble para hacer el segundo gol por mediación de Nolito. Hubiera sido demasiado premio para el Celta. También demasiado castigo para el Betis, que en casa sufre un auténtico martirio.