La lluvia obliga a dejar para el viernes el Argentina-Brasil
Una tormenta que anegó el césped impidió jugar el clásico sin Messi
Se veía venir horas antes, pero los organizadores esperaron hasta 45 minutos antes de empezar para dar oficialmente por suspendido el partido Argentina-Brasil en el estadio Monumental, donde juega habitualmente River Plate. La lluvia primaveral que arrasó Buenos Aires durante toda la tarde y que se volvió torrencial dos horas antes del partido acabó con cualquier posibilidad de disputar el partido en la fecha prevista. El encuentro se trasladó al día siguiente, viernes, a la misma hora, las 21:00. La lluvia que no cesa en Buenos Aires está colapsando la ciudad entera y había llegado a tal nivel que, sumada al viento, estaba provocando incluso pequeñas olas en el césped, absolutamente impracticable. Aún así, las autoridades apuraron hasta el final, con lo que los hinchas con entrada llegaron al estadio, ya en sí una odisea bajo la tormenta y el caos de tráfico, y se tuvieron que marchar frustrados y empapados.
Argentina es probablemente la más beneficiada de esta circunstancia
Argentina es probablemente la más beneficiada de esta circunstancia ya que llega muy debilitada a este partido que muchos argentinos temen después de ver a su selección perder con Ecuador y empatar con Paraguay. La clasificación para el mundial de Rusia está en juego y argentina tiene muchas dudas sobre su selección. La ausencia de Messi por lesión es clave para el equipo del Tata Martino, que no ha levantado cabeza desde que perdió la final de la Copa América con Chile, un rival teóricamente inferior. Argentina ya arrastraba la durísima derrota en la final del mundial de Brasil con Alemania y las dudas sobre el entrenador e incluso sobre Messi invaden los comentarios en Buenos Aires.
Ahora la lluvia le ha dado un respiro de 24 horas a una selección que necesita ganar este partido no solo por una cuestión numérica sino sobre todo anímica, para salir de la ansiedad en la que se está instalando.
Mientras Brasil a recuperado a Neymar, Argentina no solo ha perdido a Messi. Tampoco tiene a Sergio Agüero, su habitual acompañante en la delantera. Tampoco estará Tévez, descartado por el entrenador. Al Tata Martino también le faltan Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay y Javier Pastore, otros tres titulares indiscutibles. Di María se convierte así en el eje de un equipo completamente nuevo por culpa de las lesiones.
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