De Angelis ya es capaz de hablar

El piloto de MotoGP Alex De Angelis, que el sábado pasado, durante el último entrenamiento libre del fin de semana, sufrió un horrendo accidente en el circuito de Motegi (Japón), se mantiene estable y pasó la noche del lunes sin mayores complicaciones en el Hospital de Dokkyo, a unos 60 kilómetros del trazado en el que se celebra el GP de Japón, después de que el domingo se informara de que se le había encontrado una hemorragia intracraneal. Según las últimas noticias que llegan desde el centro médico, algo más positivas que las relatadas tras la carrera, al piloto de Rimini, que fue sedado la misma noche del sábado a causa de los fuertes dolores que sufría, se le está reduciendo gradualmente la medicación. Los doctores han comprobado que el deportista es capaz de responder a la ausencia de sedación y de despertarse por sí mismo, y que también es capaz de hablar, lo que implica una evolución favorable de la lesión neurológica.

Recuperarse de todas las lesiones le costará más de dos meses

Además, el último escáner que se le realizó la mañana del martes confirma la presencia del hematoma en el cráneo, pero también que sus dimensiones no han variado en comparación con el día anterior. Se le seguirán haciendo estas pruebas en los próximos días para estudiar la evolución de la hemorragia. Mientras tanto, De Angelis, de 31 años, permanecerá en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Dokkyo.

Además de la lesión neurológica, consecuencia de un traumatismo craneal, el corredor del equipo Ioda Racing sufría una contusión en los pulmones, daños renales, la fractura de la escápula derecha, del esternón y de la clavícula derecha; la fractura de seis vertebras dorsales y una lumbar y dos costillas.

La familia del piloto ya está de camino a Japón. Se estima que, como mínimo, el piloto italiano no pueda volar en una semana. Recuperarse de todas las lesiones (las fracturas de las vértebras, por ejemplo, necesitan su tiempo) le costará más de dos meses, según calculó el domingo el director de la clínica móvil, Michele Zasa.