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Albania, la gran diáspora

El país de las águilas se pone en el mapa futbolístico con un equipo que refleja la realidad emigrante del país

Jugadores albaneses tras el partido con Serbia el sábado.
Jugadores albaneses tras el partido con Serbia el sábado.Thanassis Stavrakis (AP)

Tanto tiempo ignota, como si fuese un impenetrable adosado en el continente europeo, el fútbol puede acabar de situar en el mapa a Albania, nación que acapara tópicos y también algunas realidades nada sugerentes. La pelota puede operar como la mejor campaña publicitaria para dar a conocer un país que mira hacia la Unión Europea, con la que ya goza de estatus de país candidato a una adhesión que en todo caso no se producirá antes de 2020. El fútbol se ha adelantado a ese calendario: Albania se mostrará en la próxima Eurocopa tras dejar atrás a selecciones del bagaje de Dinamarca y Serbia.

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En enero de 2014 la UEFA distribuyó a las selecciones de su jurisdicción en seis bombos de cara al sorteo de la fase previa de la Eurocopa. Albania estaba en el quinto, pero se larvaba una construcción iniciada dos años antes por Gianni De Biasi, técnico italiano con larga tradición en equipos del norte de su país y una breve incursión en España para adiestrar en 2007 al Levante durante 25 jornadas en una dura campaña por los impagos. Dejó huella y regresó a Italia, donde vivió una última experiencia traumática en el Udinese, al que entrenó dos meses antes de ser reemplazado por el entrenador al que había sustituido.

Siete de los once titulares que iniciaron el partido decisivo frente a Armenia nacieron fuera de Albania

Tras casi dos años sin trabajo su representante le preguntó si se veía con ganas de entrenar a una selección. De Biasi nunca se imaginó que el encargo viniese desde Albania. “Uno de esos países que jamás hubiera pensado pisar”, explicó tiempo después. Hoy vive instalado en Tirana, estudia la historia y la lengua del país de las águilas, canta su himno antes de los partidos, gusta de recorrer algunas de sus regiones en bicicleta y ha recibido el título de doctor honoris causa en Ciencias Sociales por una universidad de Tirana, que le ha reconocido su contribución no sólo para proyectar la imagen de Albania hacia el exterior sino también por fomentar la cohesión e identidad de la patria.

Lo cierto es que De Biasi ejerce como seleccionador de un combinado particular, una selección que ejemplifica la diáspora albanesa, una nación cuya etnia se desparrama al margen de fronteras. En ese contexto el técnico acude a buscar futbolistas a extensos caladeros: siete de los once titulares que iniciaron el partido decisivo del domingo frente a Armenia nacieron fuera de Albania, algunos en Kosovo, otros en Suiza. Futbolistas como Shaquiri, Behrami,  Mehmedi o Dzemaili eligieron en su día defender la camiseta de la selección helvética. De Biasi se aplica para que no se les escape el talento. Lo intentó con Januzaj, cuyo padre ni siquiera contestó a la oferta y se fue con Bélgica. Con Mustafi llegó tarde porque el zaguero valencianista ya se había comprometido con Alemania. Ahora tiene el radar sobre chicos como Donis Avdijav, un delantero que descolla en las categorías inferiores de la selección alemana. Otros regresaron a sus orígenes como Taulant Xhafa, cuyo hermano mayor Granit juega también con Suiza, su país de nacimiento. O Berat Xhimshiti, autor del segundo gol en Armenia, que nació en Zúrich después de que su familia dejase atrás su pasado en una región serbia que conoció una mayoritaria emigración de familias albanesas. Más impactante aún es el caso del lateral Hysaj, hoy en el Nápoles después de llegar con catorce años a Italia, país al que tiempo atrás había llegado su padre a bordo de una patera.

Apenas 70 kilómetros separan la costa italiana de la albanesa. Sólo en 1991 se calcula en 50.000 los que dieron un paso que suponía dejar atrás además una cultura forjada en el estalinismo y abrazar el capitalismo. En agosto de aquel año se produjo la impactante escena del Vlora, un barco secuestrado en la costa albanesa y que llegó a Bari atiborrado con 20.000 personas que escapaban de los estertores de la dictadura comunista. Hoy se calcula que en los últimos cinco años cerca de 100.000 emigrantes han regresado al país. “En mi carrera he tenido muchas satisfacciones, pero ninguna como esta clasificación porque tenemos detrás a todo un pueblo, el que vive en el país y los que están dispersos”, apuntó De Biasi tras la clasificación, emocionado: “Hace tres años y medio apenas teníamos futbolistas, fuimos a buscarlos por toda Europa, muchos se reían cuando les comentaba que era posible jugar un gran torneo. Aquí estamos”.

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