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Real Madrid - Boston Celtics, una fiesta sin mística

Los NBA se imponen al equipo de Laso por idéntico resultado al del precedente de 1988 (96-111) en un partido con fogonazos de espectáculo pero sin ninguna pasión competitiva

Faustino Sáez
Thompkins intenta taponar a Isaiah Thomas
Thompkins intenta taponar a Isaiah ThomasSERGIO PEREZ (REUTERS)

Se repetía el cartel y el escenario y acabó por repetirse hasta el resultado. Pero, 27 años después del aterrizaje de los Celtics en Madrid en el primer partido de un equipo de la NBA en España, el pulso entre el campeón de Europa y el equipo más laureado de Estados Unidos se resolvió con fogonazos de espectáculo pero sin ninguna pasión competitiva.

Real Madrid, 96 - Celtics, 111

Real Madrid: Llull (15), Carroll (4), Maciulis (3), Thompkins (24) y Ayón (5) --quinteto inicial--; Rodríguez (13), Nocioni (11), Reyes (15), Hernangómez (5), Doncic (1), Radoncic (-) y Ndiaye (-).

Boston Celtics: Smart (7), Crowder (8), Bradley (17), Lee (13) y Zeller (8) --quinteto inicial-- Sullinger (7), Thomas (15), Jerebko (6), Rozier (14), Young (3), Hunter (2), Olynyk (6) y Mickey (5).

Parciales: 23-25, 20-29, 26-31 y 26-27.

Árbitros: McCutchen, Taylor y Lamonica. Sin eliminados.

Pabellón: Barclaycard Center. Lleno.

La cita tuvo desde el comienzo más escarcha que mística. El baile de dobles parejas formado por Thompkins y Ayón frente a Lee y Zeller acaparó el protagonismo y los puntos en los minutos de tanteo. Con más espíritu lúdico que aplicación, los dos equipos más laureados de Europa y Estados Unidos comenzaron a ensayar florituras a buen ritmo para animar la fiesta y fue el Madrid el que puso en marcha el tocadiscos; primero con un alley-oop entre Carroll y Ayón y más tarde con las maniobras de prestidigitador de Sergio Rodríguez. De salida, el base canario ganó el mano a mano al eléctrico Isaiah Thomas y, bajo su batuta nba, los blancos encontraron el paso en el partido para aguantar el pulso con aparente solvencia (25-25, al comienzo del segundo cuarto). Pero todo fue un espejismo rumbo a la inconstancia.

Apostó Laso por dar carrete a los noveles Doncic y Hernangómez, pero fue una vez más el indeleble Felipe Reyes el que mejor secundó las maniobras del Chacho. Los puntos del capitán madridista y los rebotes de Willy equilibraron la pelea bajo los aros. Sin embargo, con Carroll desenfocado en el tiro y con la baja de Rudy y Taylor en la rotación languideció la producción del perímetro blanco y el marcador comenzó a estirarse a favor de los Celtics (42-54, a 55s para el descanso). Para entonces, Bradley se había convertido en un martillo pilón, al que apenas Thompkins aguantaba el ritmo anotador, y Thomas ya manejaba los tiempos de la noche. Los 22 puntos del dúo de los Celtics empinaron la cuesta para un Madrid que, a tres días de comenzar la Liga, gestionaba la fatiga y la puesta a punto sin sofocarse en el empeño de plantar batalla.

La producción estadounidense del encuentro homenajeó en uno de los tiempos muertos a Fernando Romay, Chechu Biriukov, José Luis Llorente y Quique Villalobos como miembros de aquel Madrid de Petrovic y Fernando Martín que aguantó el tipo en 1988 ante los legendarios Celtics de Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Dennis Johnson y Danny Ainge. Esta vez, un trébol con mucho menos glamour se llevó sin sobresaltos el duelo. El amistoso de los Global Games era el séptimo partido de los blancos ante un equipo de la NBA. La única victoria llegó ante los Toronto Raptors en 2007 (104-103). En 1993, los Phoenix Suns de Charles Barkley vencieron a los madridistas en Múnich (145-115); en 2009, cayeron ante los Utah Jazz (87-109); y en la pretemporada de 2012, los de Laso perdieron consecutivamente ante los Memphis Grizzlies (105-93) y los Toronto Raptors (102-95). La NBA sigue estando lejos.

Los Celtics consolidaron la diferencia en la frontera de los 10 puntos y disminuyeron los decibelios en la grada y la emoción en la pista, a la que saltó Dino Radoncic, promesa serbia de la generación del 99 que cambió la cantera del Barça por la del Madrid (también debutó en los segundos finales Thiago Samba). Dos triples de Llull y otro de Thompkins (máximo anotador del partido con 24 puntos) parecieron animar a los pentacampeones de Laso y un palmeo del ala-pívot estadounidense tras un fallo de Sergio Rodríguez desde el 6,75 colocó el 63-71 mediado el tercer cuarto. Pero, justo en ese instante, esprintaron los Celtics y descosieron definitivamente el partido con un parcial de 4-14 (67-85). El chirriar de las zapatillas sobre el parqué venció a los aplausos en un guateque desapasionado.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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