Iniesta también se rompe

Dribló a un rival con la cadera y al salir del regate le dio con el exterior del pie hacia Neymar. Se perdió el balón en la nada, en las botas rivales. Pero la grada del Camp Nou calló esta vez porque poco importaba una jugada infructuosa más, sino que se atendía con nerviosismo a Iniesta, tumbado en el suelo y con la mano echada al muslo. Segundos después, pidió el cambio. “Lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha”, explicó el comunicado médico.

El infortunio del Barça con las lesiones no tiene fin. Adriano está tocado como también le ocurrió a Sandro, del mismo modo que Bravo, Alves, Douglas y Alba —recuperados— estuvieron unas semanas de baja. Vermaelen, en cambio, aguarda en la rebotica. Rafinha, por su parte, se rompió la rodilla y quizá no juegue más este año, y a Messi también le crujió el ligamento colateral de la rodilla y estará dos meses en la enfermería. “Para eso está la plantilla. Cuando se ganan los títulos no solo son 11 los que lo consiguen. Hay un fondo de armario y ahora es la oportunidad para esos chicos que no suelen tener tantas oportunidades”, reflexionó Mascherano.

El técnico Luis Enrique no quedó tan conforme. “Es una noticia desagradable y triste porque es un jugador básico”, reconoció; “esta situación empieza a parecer una broma. Pero son piedras que debemos superar y hay que confiar en los nuestros”. Ocurre, sin embargo, que se reproducen las lesiones, algo que no sucedía en la temporada pasada. “Dímelo tú por qué hay tantas”, le replicó a un periodista; “soy el mismo técnico, pero hay días que llueve y otros no. Es lo que hay”.

La baja del 8 descompone al Barça en el centro del campo. Sin Rafinha y sin Turan —sancionado por la FIFA hasta enero—, solo Sergi Roberto puede completar la línea natural de la medular junto a Busquets y Rakitic. Por lo que Mascherano hace las oposiciones para regresar al eje del equipo, siempre y cuando no se asiente Gumbau, mediocentro del filial que ya ha debutado.