Francia doma a su discípula

La tradición del rugby rumano, forjado por estudiantes que importaron el juego cuando regresaron de París a comienzos del siglo XX, habla de grandes gestas contra Francia, pero su derrota este miércoles en el Estadio Olímpico de Londres ha resultado ser mucho más mundana. Pese a los 13 cambios realizados por Philippe Saint-André tras la victoria del sábado ante Italia, la frescura del debut rumano y su combativo coraje solo valieron media hora de resistencia.

A Francia le bastó con cuatro minutos para parchear una primera parte insípida. Los rumanos ganaron con frecuencia en delantera y habrían tomado el mando de no ser por el esfuerzo in extremis de Bernard Le Roux para evitar que Florin Vlaicu posara sobre la zona de marca. Los Robles aguantaron el empate a tres hasta la media hora, pero sucumbieron cuando les tocó jugar en inferioridad por la amarilla al pillier Pauliça Ion. Francia anotaría dos ensayos casi seguidos y ya no hubo retorno.

El XV del Gallo llegaba tocado tras la lesión de su gran baza creativa, el ala Yoann Huget, que se perderá el torneo tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha contra Italia. Fue su sucesor con el 14, Sofiane Guitoune, quien abrió la cuenta soportando una embestida rival a unos pocos centímetros de la cal. El flanker Yannick Nyanga anotaría poco después en la misma zona después de una clara superioridad. Morgan Parra estiró el marcador transformando ambos ensayos desde una posición escorada.

Rumania puede enorgullecerse de haber disputado los siete mundiales previos, siempre eliminada en la fase de grupos, pero su propuesta resultó previsible para una Francia que conquistó el punto bonus con otros cuatro minutos de sudor que valieron dos ensayos; la segunda marca del reforzado Guitoune y el poder físico del centro Wesley Fofana. Los Robles lograrían el ensayo del honor con Valentin Ursache antes de que Gäel Fickou cerrara la cuenta bleu.