El Chelsea respira en la Premier con la victoria contra el Arsenal

Diego Costa condiciona en muchas ocasiones los partidos. En el derbi contra el Arsenal no tuvo la pólvora necesaria para desequilibrar con goles, pero sí incendiando a su rival. Los centrales de los gunners, Koscienly y Gabriel, se enzarzaron en una batalla subterránea con el hispanobrasileño y el damnificado fue el exdefensa del Villarreal. Gabriel se fue a la caseta antes del descanso por una tarjeta roja más mérito del hispanobrasileño que de otro jugador.

El técnico del Arsenal, Arsène Wenger, se quejaría después en sala de prensa de la actitud del delantero del Chelsea: "Ha sido asqueroso e irrespetuoso". El preparador del Chelsea, Jose Mourinho, lo vio diferente: "Diego ha sido el mejor del partido".

Con todos los jugadores sobre el terreno de juego, los de Mourinho fueron incapaces de cambiar el empate inicial. Hazard dominó el encuentro y Fàbregas filtró pases a la espalda de la defensa del Arsenal. Todo inocuo. Ni Cech tuvo que esforzarse en exceso.

A la vuelta del descanso, y con el Arsenal con 10, el panorama se despejó en Stamford Bridge para los blues. Wenger sustituyó a Coquelin, el equilibrio de los gunners, para parchear el boquete que Costa había provocado en al defensa. Entró Chambers y el Arsenal perdió cualquier peso en el partido. El Chelsea lo aprovechó monopolizando el balón, pero de forma estéril.

Si por el césped no llegaba el gol, solo podía venir de forma aérea. Y ahí apareció Zouma, que aprovechó un majestuoso envío de Fàbregas tras sacar una falta. El central del Chelsea remató en el área pequeña a placer, sin oposición.

Restaban unos 40 minutos para bajar el telón al partido y el Arsenal estaba maniatado por la expulsión de Gabriel. Wenger intentó sorprender al Chelsea con la entrada de Giroud, que aprovechó como nadie la velocidad endiablada de Walcott. Fuegos artificiales, pues si con 10 era una misión casi imposible, con nueve lo fue del todo. El árbitro expulsó a Cazorla, por primera vez en su carrera, por doble amarilla —muy rigurosa la primera— y final del encuentro para Arsenal.

Quedaban todavía 10 minutos y no había partido. Solo tiempo para que Hazard anotara el segundo gol para el Chelsea y le diera a Mourinho el oxígeno necesario en la Premier. El luso solo contaba con cuatro puntos de los 15 posibles en la Liga. No como Wenger, que el incendio de Diego Costa consuma una semana aciaga para los gunners. Perdió contra el Dinamo de Zagreb entre semana en la Champions y ha visto cómo un arbitraje polémico le ha privado de competir en el derbi de Londres.