Marc Marquéz: “Iba más rápido de lo que podía”

Afirma haber perdido las pocas posibilidades que le quedaban de ganar el título. Lo hizo en la húmeda Inglaterra, dos semanas atrás. “Más que en Silverstone, los errores los cometí en las seis primeras carreras. En Gran Bretaña hice lo que tocaba: arriesgar, intentarlo”, matiza. Se declara optimista. Tanto, que hasta ve algún resquicio: “Queda, todavía, alguna posibilidad. Mínima, pero la hay”, afirma Marc Márquez (Cervera, Lleida; 22 años). Su inmensa sonrisa acompaña cada aseveración. Hoy (14.00, MovistarTV y Telecinco), desde la segunda posición de la parrilla, será juez y parte en la lucha por el campeonato del mundo entre Lorenzo, que tiene la pole, y Rossi, tercero.

Pregunta. ¿Hasta que se cayó en Silverstone, creía en la remontada?

Respuesta. Sí, aunque sabía que era muy difícil, creía. Iba a tope en cada carrera, asumía muchos riesgos, para intentar luchar con las dos Yamaha. En Silverstone hice unos entrenamientos muy buenos, pero en agua es fácil cometer un error. Y volvieron todos los problemas de principio de temporada. Pero no es excusa. Me caí.

P. ¿Cuándo supo que la temporada se le iba a torcer tanto?

R. En Le Mans, un circuito que normalmente se me daba bien y que me costó mucho. Quedé cuarto. Aunque me mosqueé ya incluso en Austin, donde gané, pero no lo hice con la autoridad del año anterior, cuando había ganado con ocho segundos de diferencia. Por mi estilo de pilotaje y porque la Honda se adapta muy bien es un buen circuito para mí, y aún así me costó mucho ganar. Por eso entendí que la cosa no iba fina.

P. ¿Cómo se saben esas cosas cuanto el resultado es bueno?

R. Porque aunque iba rápido, aunque podía ir bastante al límite, a veces me caía en los entrenamientos y no sabía por qué. Eso te quita confianza. Yo tengo la capacidad de ir rápido a una vuelta, sin que la moto esté perfecta; pero en una carrera necesitas la seguridad y la confianza para mantener un ritmo alto. Y eso era lo que no tenía.

P. ¿Por qué Honda no atendió las peticiones de sus pilotos si ya en noviembre se advirtió que el motor era demasiado agresivo?

Del motor todos somos responsables. Malasia nos confundió. Nos confiamos. Íbamos en tiempos de récord. Pensábamos que teníamos la mejor moto”

R. El error no solo lo cometió Honda. Todos somos responsables. Es verdad, cuando lo probamos en Valencia tanto Dani [Pedrosa] como yo nos quejamos de que el motor era muy agresivo. El problema fue la pretemporada en Malasia: un circuito grande, que exige un desarrollo largo, con mucho calor, lo que resta prestaciones al motor, y la Honda que allí iba mejor que nunca: Dani y yo rodábamos en tiempos récord, hacíamos un ritmo de carrera muy superior a los otros... Eso nos hizo confiarnos, pensar que teníamos la mejor moto. También Honda estaba contenta. ¡Malasia decía que empezábamos a ritmo de récord! En Qatar, [último test de pretemporada; primera carrera del año], empezamos a dudar, pero como aquel es un circuito largo y algo distinto, con curvas rápidas, no se notó tanto. Lo notamos más cuando llegamos a Jerez [cuarta carrera del curso], Le Mans, Mugello..., circuitos estrechos, europeos, más cortos.

P. ¿Con esta moto hubiera sido posible competir con el equipo Yamaha?

R. Tal y como iba a principio de temporada, no; lo hubiera hecho, pero arriesgando mucho y cometiendo errores, como hice. Iba más rápido de lo que podía. Es verdad que desde Holanda, y a partir del test en Montmeló, aunque el carácter del motor todavía está ahí, lo hemos disimulado un poco. Con la moto que tengo ahora, aunque no tengo la soltura del año pasado, me siento preparado para luchar por las victorias.

P. ¿Qué le permite hacer la moto ahora?

R. Antes podía ir rápido a una vuelta, pero no tenía suficiente información y eso hacía que en ritmo de carrera perdiera mucho. La falta de información te hace perder confianza porque cometes un error y no esperas la reacción de la moto. Ahora la moto me permite mantener mejor el ritmo de la carrera, que es lo más importante los domingos, y poder rectificar las trazadas a mitad de curva, que también es fundamental para la competición, y que es lo que da un extra a la Yamaha.

P. ¿También ayuda a ser menos vulnerable en un cuerpo a cuerpo?

R. Sí, porque automáticamente cuando tienes más información de delante puedes frenar más tarde y eso en una lucha siempre es mejor, puedes arriesgar un poco más. Aunque yo en un cuerpo a cuerpo siempre he sacado un poco más, me siento muy cómodo.

Los errores nunca vienen solos. Y cuando eres un piloto ambicioso que quiere estar ahí, puedes cometerlos”

P. Ha sumado cuatro ceros este curso y en todos los casos estaba luchando por la victoria. ¿Es demasiado ambicioso?

R. Puede haber gente que lo crea. Y yo lo entiendo. A toro pasado... Pero creo que sin esta mentalidad tampoco habría ganado tres carreras. Yo doy siempre el cien por cien. Y el caso es que los errores nunca vienen solos, responden a un cúmulo de cosas. Cuando eres un piloto ambicioso que quiere estar ahí, puedes cometerlos. Esta mentalidad ganadora puede alejarte del título de la misma manera que me lo dio en el 2013, cuando gané el campeonato por cuatro puntos.

P. Con ese argumento le defiende su equipo: sin su ambición no hubiera logrado hitos como los del pasado, dicen. ¿Le define el todo o nada?

R. No es todo o nada, en algunas carreras he intentado buscar un punto intermedio, como en Le Mans o en Brno, donde aguanté segundo, aunque quería arriesgar. Y a principio de temporada estaba muy concienciado: en Qatar cometí un error en la primera curva y quedé quinto. Pero los errores vienen por algo. Cuando te encuentras cómodo no los cometes. No lo hice en 2014: podía ir mucho más rápido que ahora y no cometía errores.

P. En el caso de los dos duelos que ha tenido (y perdido) con Rossi este año, ¿le ha faltado moto o cabeza?

R. Todo depende de cuándo te pilla ese duelo. Valentino tiene mucha experiencia y es uno de los mejores en el cuerpo a cuerpo; además ahora está en uno de los mejores momentos de su carrera deportiva, a pesar de sus 36 años. He aprendido cosas de él. Su astucia es admirable. Y su capacidad de gestionar las carreras. No le he ganado ni un cuerpo a cuerpo este año, es cierto. Pero cuando tienes la confianza con la moto para hacerlo te permites arriesgar un poco más y gestionarlo de forma distinta.

P. ¿Qué ha aprendido?

R. De Argentina aprendí bastante. De Holanda no tanto, porque no sabía que aquello [saltarse una chicane] se podía hacer; ahora la puerta está abierta, ya lo puede hacer todo el mundo. Así que a ver si de aquí a final de temporada hay algún otro duelo y puedo ganarlo.

P. Como espectador de excepción ya, ¿qué cree que decantará la pelea por el título?

R. Está complicado. Por un lado, diría que Jorge tiene más opciones, porque es el que tiene más velocidad, por la forma que tiene de ganar las carreras; se ve durante los entrenamientos, cada fin de semana. Pero, por otro lado, parece que Valentino está teniendo su año, todo le sale bien, saca el máximo de cada situación, y cuando peor está se pone a llover. Eso no parece que vaya a cambiar. Y él está aprovechando toda su experiencia. No me atrevo con un favorito.

P. ¿Qué papel jugará un piloto tan rápido y competitivo como usted?

R. A mí solo me queda ganar carreras. E intentar dar espectáculo. Está claro que si me pongo en medio de los dos, a uno le irá muy bien y a otro muy mal, pero no se trata de ningún compañero de equipo y yo tengo que velar por mi marca, lo que significa que tengo que intentar ganar todas las carreras.

P. Dejemos las carreras. ¿Qué le hizo cambiar la decisión de irse a vivir a Andorra?

R. Fue un momento difícil. Me dolió que la gente hablara sin saber. Y vi que los hay muy valientes, que hablan sin tenerte delante. Sigo teniendo una casa en Andorra, pero vivo en España y pago mis impuestos aquí, como siempre. Vivo en Cervera, el año que viene lo seguiré haciendo y no tengo intención de cambiar, porque es donde mejor estoy, donde está mi casa y donde me he criado.

P. ¿Qué le dolió más?

R. En esos momentos te das cuenta realmente de quién está a tu lado. Y también de que no te tienes que casar con nadie. Hoy eres la gran inspiración para alguien y mañana es el primero en criticarte. Debes confiar en quienes están a tu lado.