Otamendi ficha por el Manchester City
El club inglés abona al Valencia 45 millones por el central argentino que forzó su salida
Manchester era el destino elegido por Nicolás Otamendi para proseguir su carrera. Durante tres meses así se lo hizo saber al Valencia por activa y por pasiva, a través de su representante y por él mismo. Nunca dijo públicamente que quería marcharse, como tampoco negó que no deseaba continuar en Mestalla. El United de Van Gaal le cortejó durante tres meses sin concretar nada, intentando que la voluntad del defensor argentino rebajara sustancialmente los 50 millones de euros que figuraban para rescindir su compromiso. Finalmente, sí será Manchester la nueva ciudad en la que Otamendi ejercerá con seriedad la labor de central. Pero no en Old Trafford ni en los red devils, sino en el estadio Etihad y con el City de Manuel Pellegrini. Los citizens pagarán por Otamendi al Valencia 45 millones de euros ante la negativa de Mangala de marchar cedido a Mestalla. En la operación ha intervenido Jorge Mendes, para más inri de la afición che.
Terminada la pasada Liga, saltaban las alarmas en Mestalla. El representante de Otamendi anunciaba el deseo del jugador de dejar el Valencia por el Manchester United. El central argentino se encontraba concentrado en Chile con la selección albiceleste para disputar la Copa América. A la primera que tuvo ocasión, Otamendi dijo que su agente no hablaba sin su consentimiento. Amadeo Salvo, por entonces todavía presidente del Valencia, zanjó tajantemente el asunto remitiéndose a los 50 millones de euros que figuraban en la cláusula de rescisión del argentino. El día de la renuncia de Salvo, la nueva presidenta Layhoon, refrendó que el contrato de Otamendi solo podía cancelar abonando íntegramente su cláusula.
Otamendi no disfrazó su deseo para disgusto de los valencianistas que lo consideraban uno de los suyos. El órdago estaba echado y no tenía marcha atrás. A finales de julio, tras el periodo vacacional, se presentó de nuevo en la ciudad deportiva de Paterna con la firme idea de forzar su partida. Los pitos recibidos por parte de la afición en el día de la presentación del nuevo curso en el Trofeo Naranja, no le cambiaron el semblante serio e imperturbable. La pasada semana se declaró en rebeldía y expuso a Nuno que no estaba dispuesto a jugar la previa de la Liga de Campeones ante el Mónaco. La oferta del City ya era firme y el central argentino no quería arriesgarse a una lesión que pusiera en peligro el suculento contrato que triplicará los emolumentos que percibía en el Valencia. El entrenador portugués entendió que Otamendi era irrecuperable para la causa valencianista. “¿Está la plantilla del Valencia decepcionada con Otamendi por negarse a jugar ante el Mónaco sin estar cerrado el traspaso?”, preguntaron a Enzo Pérez sobre la espantada del central. “¿Decepcionado?, ¿con todo lo que hizo Nico la temporada pasada?, se contrarió el volante argentino sobre que se cuestione la profesionalidad de su compañero. Entiende Enzo Pérez que cualquier futbolista busca sacar el máximo provecho económico en su carrera. Otamendi cobrará en el City el triple de sueldo que en el Valencia.
Criado en la cantera del Vélez Sarsfield, Nicolás Otamendi aterrizó en Europa en el verano de 2010 fichado por el Oporto. Llegaba con la vitola de central, argentino e internacional. Toda una garantía. Maradona le hizo debutar dos años atrás con la albiceleste con la cual disputó el Mundial de Sudáfrica. Después de tres temporadas y media en el club portugués en el que disputó 122 partidos y anotó nueve goles, el Valencia se hizo con sus servicios en enero del 2014, pagando al Oporto 12 millones de euros más tres en variables. Una cantidad elevada para la economía maltrecha del Valencia y tratándose de un defensor. El club che no pudo contar con Otamendi en la segunda parte de la temporada debido a que ocupaba plaza de extracomunitario, al igual que el inédito delantero brasileño Vinicius Araujo, por quien optó el club de Mestalla en concederle la vacante foránea. Otamendi se marchó cedido al Atlético Mineiro brasileño y no fue convocado por Sabella para el Mundial de Brasil.
En apenas una temporada, Otamendi deja tanta huella en Mestalla como vacío en su marcha. Se convirtió en el favorito de la grada al que consideraban el nuevo Ayala. Las similitudes con el Ratón eran evidentes: con cara de hacer pocos amigos en el terreno de juego, fuerte, contundente, seguro, con sentido de la anticipación y un poderoso salto. Su cuerpo tatuado y su cabeza rapada por los laterales intimidaban. El cuarto puesto alcanzado por el Valencia se debe en gran parte a la jerarquía de Otamendi en las áreas. Anotó seis goles en 35 partidos, especialmente celebrados los conseguidos ante el Atlético y Madrid en Mestalla y el último que marcó en Almería en la postrera jornada que posibilita que el Valencia esté de nuevo en la Champions. Ya sin Otamendi.
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