Santi Mina se va de la mano de Mendes al Valencia

El primer fichaje de la nueva presidenta del Valencia, Lay Hoon Chan, llega con denominación de origen de la agencia de representación de Jorge Mendes, socio de Peter Lim, dueño de la mayoría accionarial del club levantino. Santi Mina, hasta ahora delantero del Celta, ya ha posado con la camiseta de la senyera y a la derecha de la nueva mandataria después de que el Valencia anunciase un acuerdo con la entidad gallega y firmase un contrato con el jugador que le vincula hasta junio de 2021. Desde Vigo se precisó que el pacto entre clubes consiste en recibir la totalidad de la cláusula fijada para la rescisión del futbolista: 10 millones de euros.

“Es uno de los más prometedores jugadores españoles”, explicó a través de un comunicado la presidenta de origen singapuriense. Sin haber cumplido aún los 20 años (lo hará el próximo mes de diciembre) Mina ya atesora una experiencia de medio centenar de partidos en la máxima categoría. Hijo de un férreo defensor celeste de los años ochenta emergió en la élite como delantero, pero ha sabido acoplarse a los flancos para encontrar la portería desde ellos. El pasado mes de abril le alumbraron los focos tras una memorable actuación contra el Rayo Vallecano, al que marcó cuatro goles en menos de una hora de partido. Para entonces Mina se afianzaba en la titularidad de un Celta que Berizzo había edificado reservándole un rol secundario, tanto que al inicio de la campaña el club llegó a plantear al futbolista una cesión al Valladolid. Mendes, que lleva su carrera desde hace poco menos de dos años, le ayudó a desechar esa opción.

La progresión de Santi Mina no es sólo futbolística. Siempre fue la perla de la prolífica cantera viguesa, pero en los últimos meses ha moldeado su cuerpo en el gimnasio y ha acabado de desarrollar su físico. El fútbol siempre lo tuvo, también la mentalidad y la capacidad para explotar su polivalencia. Para el Valencia su llegada apunta a dotar al técnico Nuno Espírito Santo de más alternativas para trabajar las bandas, donde Feghouli, Piatti o Rodrigo fueron sus opciones más empleadas la campaña pasada. Para el Celta supone desprenderse de una de las banderas de una cantera que no deja de aportar réditos porque en los últimos años ya había ingresado más de 16 millones de euros por los traspasos del propio Rodrigo, Joselu, Denis Suárez, Iago Aspas, Yoel o Jota Peleteiro. Incluso los movimientos posteriores de algunos de estos futbolistas siguen generando beneficios porque el club gallego acaba de ingresar un millón más por las operaciones que involucraron hace unas semanas a Rodrigo, que cerró su pase definitivo del Benfica al Valencia, y a Joselu, que del Hannover 96 se fue al Stoke City. A la postre con esas plusvalías y el traspaso ahora de Santi Mina, el Celta ha ingresado desde 2009 casi 30 millones de euros en ventas de jugadores forjados en su vivero. Justo aquel año había salido de un proceso concursal en el que había entrado un año antes con una deuda de 69 millones de euros

Hoy el Celta es un club saneado que incluso acaba de comprar por cinco millones de euros un emblemático edificio del centro de Vigo para destinarlo a sede social (remodelarlo le costará en torno a dos millones más). Los últimos ingresos han ayudado también a alcanzar un acuerdo con el fondo de inversión luso que detentaba el 35% de los derechos de Nolito para adquirirlos por una cantidad que no ha sido revelada. El Celta había pagado en su día al Benfica 2,5 millones de euros por del mediapunta andaluz, cuya cotización a día de hoy se sitúa próxima a su clásula de rescisión, de 18 millones. Oporto, Atlético y el propio Valencia se interesaron en los últimos meses por las condiciones precisas para hacerse con sus servicios.