Márquez a Rossi tras su toque: “Enhorabuena, bonita última curva”

Los dos llegaron algo apurados a aquella frenada, la última. La chicane más mítica de Assen comienza con una curva a la derecha, le sigue otra a la izquierda y todavía se cuenta una tercera –la número 18 de un trazado repleto de cambios de dirección–, que vuelve a virar ligeramente a la derecha y que es apenas imperceptible; está situada a pocos metros de la meta. Por allí salió Rossi, escopetado, para ganar el gran premio de Holanda. Lo hizo tras saltarse una de esas curvas, tras conducir por la grava. Porque Márquez lo intentó todo en la entrada a la chicane: frenó tan tarde como pudo, tomó el interior y soñó con ganar a lo grande. Pero se topó con el brazo de Valentino, que en cuanto sintió el contacto levantó la moto para evitar una caída y se fue recto.

A partir de ahora cuando alguien se salte la chicane siempre podremos decir que Valentino lo hizo y no pasó nada” Marc Márquez, piloto de Honda

“Cuando vi que la moto de Marc entraba a la curva ya era demasiado tarde: yo ya estaba en la chicane. No pude hacer otra cosa”, se explicaba Rossi. “Puse la moto en el lugar perfecto, hice el movimiento que había planeado y probado tantas veces para que no me cerrara la puerta. No esperaba que él cortara”, se explicaba Márquez. ¿Quién estaba en la posición correcta? “Recuerdo que yo estaba delante, así que supongo que yo”, dijo el italiano. “Recuerdo que yo estaba dentro, así que supongo que yo”, replicó el español. Y siguió con la batalla dialéctica: “A partir de ahora cuando alguien se salte la chicane siempre podremos decir que Valentino lo hizo y no pasó nada”. A lo que el aludido contestó: “Me encontraba en la primera de las curvas, vi su neumático, estaba la altura de mi codo: su toque me sacó, no pude mantenerme en la chicane, y cuando me vi en la grava abrí gas porque no quería quedarme clavado”.

No hubo manera de que se pusieran de acuerdo. Tampoco cuando tuvieron que ser escuchados por los miembros de Dirección de carrera, que les llamó a capítulo –aunque no hubo ninguna reclamación oficial– para analizar la maniobra y que entendió que si Rossi se fue recto fue únicamente porque Márquez le forzó a ello con su movimiento. No será más que otro famoso lance de carrera, del que se hablará mucho, pero que no tendrá repercusión en la clasificación. “Lo único que me importa es lo que siento y que yo sé que hice lo correcto”, sentenció el de Cervera, que sólo le había dedicado unas palabras a su rival cuando se encontraron en el corralito después de la carrera: “Enhorabuena, bonita última curva”. Y Rossi se retiró: “Como vi que estaba un poco enfadado no quise hablar más”, explicaría después.