Muguruza vuela hacia los cuartos
La hispano-venezolana somete a la italiana Pennetta (6-3 y 6-4) y se jugará el pase a las semifinales de Roland Garros con la checa Safarova (7-6 y 6-4 a la campeona Sharapova)
Dice Garbiñe Muguruza, 21 del mundo, la gran esperanza del tenis femenino español en esta edición, que París le produce buenas sensaciones. Por eso sonríe y apunta alto, pese a que desde su entorno traten de mantenerle siempre con los pies en el suelo. "Poco a poco, que luego ya sabemos lo que ocurre...", previenen. Pero a la caraqueña, decantada por España, un caballo desbocado cuando empuña la raqueta, le gustan las alturas, el show y los grandes escenarios. Nada de linealidad. Y allá que va, rumbo a los cuartos, a los que accedió después de batir (6-3 y 6-4 en una hora y 26 minutos) a la italiana Flavia Pennetta. En ellos se topará con Lucie Safarova, ejecutora (7-6 y 6-4) contra pronóstico de Maria Sharapova.
El duelo, más allá de los aspectos técnicos, de si Garbiñe debe ampliar su fondo de armario o de si Pennetta no encuentra el modo de contener los golpes descarnados y planos de la hispano-venezolana, fue un carrusel psicológico. Miradas, gestos, puño arriba u ojos desafiantes; cualquier señal valía para minar la confanza de la otra. Pennetta, bregada ya en unas cuantas batallas, fue el cúmulo de la expresividad. La italiana resoplaba y maldecía porque no tenía forma de frenar las embestidas procedentes del otro lado de la red. Solo pudo proteger el 27% de los puntos jugados con su segundo servicio.
Porque Garbiñe, 21 años, le pega a la pelota que da gusto. Si su derecha está afinada, no se pasa de frenada y descubre las vías, poco se puede hacer. Otra cosa es que salga el día torcido, que no fue el caso. Todo lo contrario. Salió a por todas, pero con cabeza y paciencia, que es lo que reclama su preparador, Alejo Mancisidor, y marcó el ritmo con su golpeo desde el fondo de la pista. Reducida Pennetta, sin capacidad para contragolpear y que en el segundo parcial no supo consolidar un 3-0 a su favor, unos pasos hacia adelante. Y, a partir de ahí, castigo para la italiana, sometida a una lluvia de winners (30), apeada a raquetazos.
Tantas ganas tiene de hollar un 'ochomil', de hacer algo grande, que casi nunca baja de la sexta marcha
Así concibe el tenis Muguruza, todo ímpetu (34 errores no forzados, por los 19 de su rival). Tantas ganas tiene de hollar la cumbre de algún ochomil, de hacer algo grande, que casi nunca baja de la sexta marcha. Pero ojo, cuidado con las curvas. Va a por todas Garbiñe, que con el triunfo accede a los cuartos, la misma ronda que alcanzó el año pasado en París. Entonces fue batida por Sharapova, actual defensora de la corona, pero que no podrá retenerla puesto que este lunes penaba contra la checa Safarova.
Mientras, Garbiñe sueña y progresa. Vuela alto en París.
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