“¡Colorá’, ‘colorá’, Varsovia es ‘colorá!”
8.000 sevillistas inundan la capital de Polonia mientras los ultras del club andaluz irán directamente de la fanzone al estadio Nacional de Varsovia
“Colorá, colorá, Varsovia es colorá. Colorá, colorá, a Varsovia a conquistá”. Así se canta ya en muchas calles de la capital de Polonia, que se empiezan a inundar de aficionados del Sevilla. A lo largo de toda la noche y hasta el mediodía han aterrizado en el aeropuerto nacional de Varsovia 32 vuelos desde la capital de Andalucía, dos de ellos Jumbos, con una capacidad estimada de 500 viajeros. El sevillismo ha respondido a las mil maravillas con respecto a esta final, la cuarta de la Liga Europa en la historia de la entidad andaluza, ya que retiró las 7.500 entradas que la UEFA concedió al Sevilla. Además, se espera que otros 500 sevillistas hayan conseguido las entradas por otra vía, por lo que serán unos 8.000 los sevillistas presentes en el impresionante estadio Nacional de Varsovia, construido para la Eurocopa de Polonia de 2012 con un coste de 400 millones de euros. Su cubierta impresionó a los jugadores del Sevilla, ya que fue desplegada por la lluvia que cayó sobre Varsovia en la tarde de ayer. El cielo sigue cubierto en la capital polaca, aunque no se esperan precipitaciones, por lo que la final se jugará a cielo descubierto, sin la cubierta. El estadio Nacional de Varsovia tiene una capacidad para 58.000 espectadores, todos sentados.
Cerca del estadio, que se encuentra en una zona de parques más allá del río Vístula, algo alejado del centro de Varsovia, ha sido instalada la fanzone para los aficionados del Sevilla. Allí quedarán concentrados la mayoría de los aficionados del club andaluz que van llegando a Varsovia. Muy preocupados por la seguridad, ya que los ultras del Sevilla son acérrimos rivales de los ultras del Slask polaco, con el que tienen viejas cuitas, los hinchas más radicales del Sevilla serán trasladados directamente desde el aeropuerto de Varsovia hasta la zona lúdica de los aficionados del Sevilla. Y de ahí, al estadio. Todo, con la intención de evitar incidentes.
Krychowiak es el nombre propio de la final, ya que todos los aficionados al fútbol polacos preguntan a los sevillistas por el centrocampista, una estrella en su país y miembro de la selección nacional polaca. Poco a poco se van viendo también aficionados del Dnipro, inesperado rival del equipo andaluz.
La final de la Liga Europa tendrá una audiencia máxima en televisión de 190 millones de espectadores según la UEFA, y, sobre todo, proporciona un regalo muy especial: el ganador, Dnipro o Sevilla, jugará la Liga de Campeones. El Sevilla será visitante en la final y jugará con su camiseta roja, diseñada para esta final. Su estética recuerda a la camiseta de la gran Polonia de Lato de Alemania 74 y el Sevilla la ha realizado así en homenaje al país donde juega la final.
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