Curry maravilla en Houston

Stephen Curry va de recital en recital para dejar a Golden State a solo un paso de su primera final de la NBA desde 1975. El base de los Warriors hizo honor a uno de sus apodos, ‘Baby-Faced assassin’, y arrasó en Houston. Condujo a su equipo a un triunfo arrollador (80-115) que pone el 3-0 en la final del Oeste. Curry sumó 40 puntos y pulverizó el récord de triples acumulados en unos ‘playoffs’ establecido por Reggie Miller en 58 desde 2000. Con los 7 que sumó en el tercer partido ante Houston, Curry suma 64 en estos ‘playoffs’.

Los Warriors dominaron de principio a fin, con una enorme autoridad, nada que ver con los apuros que sufrieron para anotarse las dos primeras victorias de la serie en Oakland. El éxito de la escuadra de Steve Kerr se basó tanto en su producción ofensiva como en su eficacia defensiva. Neutralizaron a James Harden y redujeron la efectividad de los ataques de los Rockets a niveles mínimos. La impotencia del equipo de Kevin McHale fue extrema en la primera parte. En los 24 primeros minutos, los Rockets solo pudieron sumar 37 puntos, con unos porcentajes muy pobres.

Curry se superó. Ya había brillado en el primer partido de la final del Oeste con 34 puntos y en el segundo, con 31. En el tercero fue aun más lejos: 40 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias en 35 minutos. Es la tercera vez en su carrera que anota al menos 40 puntos. Su esperado mano a mano con James Harden no fue tal.

La estrella de los Rockets no estuvo a su nivel habitual y se quedó en 17 puntos con una pobre tarjeta de tiro: 3 de 11. Kerr cambió de entrada el marcaje sobre Harden y asignó la misión a Harrison Barnes, aunque pasados unos minutos Klay Thompson volvió a encargarse de frenar al barbudo alero de los Rockets. Barnes, por su parte, no tuvo su día en ataque y falló los nueve lanzamientos que efectuó.

Además de Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andrew Bogut alimentaron el ataque de los Warriors, también superiores en el rebote. Houston no dio con un punto de inflexión, muy vulnerable en defensa y poco acertado en ataque. Josh Smith fue su máximo anotador con 16 puntos y Dwight Howard sumó 14 puntos y 14 rebotes. Pero, no consiguieron bajar de la barrera de los 20 puntos durante casi toda la segunda parte y su desventaja llegó a ser de 35. Los Warriors tienen un pie y medio en la final de la NBA. La última vez que lo consiguieron, en 1975, sumaron su tercer y último anillo.