Vía libre para Kvitova

Si la final femenina ya había quedado descafeinada un día antes, cuando Serena Williams y Maria Sharapova habían patinado por el dejarse ir de la primera y el resbalón involuntario de la segunda, todavía perdió un punto más cuando Svetlana Kuznetsova se echó la mano al muslo izquierdo mediado el primer set y tuvo que irse a su banquillo para que le atendieran de una lesión. A partir de ahí, un camino de rosas para Petra Kvitova, sin oposición, plácida campeona en Madrid después de vencer por 6-1 y 6-2 en 66 minutos de juego.

Quizá no hubiera sido muy diferente el desenlace, puesto que la checa tenía un punto más de frescura y camina firme para erosionar poco a poco, como trata de hacerlo la rumana Simona Halep, el duopolio de las dos referencias del circuito. Cuarta mejor raqueta de la WTA en estos momentos, con una zurda profunda y una zancada amplia que le permite cubrir muy bien todo el fondo de la pista, Kvitova pudo ensañarse, pero no lo hizo. Simplemente actuó por inercia, con el impulso que le proporcionó el percance de su adversaria, dolorida y con un vendaje en la zona superior del muslo.

Kvitova pudo ensañarse, pero no lo hizo. Simplemente actuó por inercia debido a la lesión de Kuznetsova

No hubo color. Compitió Kuznetsova con mucha dignidad, cuando podía haber renunciado y haberse ido de antemano al vestuario, pero no fue así. Es una luchadora que nunca vuelve la cara y corre como pocas en la pista. Y lo agradeció el público de la Caja Mágica, que también brindó la ovación correspondiente a Kvitova, segundo título en Madrid tras el de 2011, el 16º en un palmarés en el que lucen dos Grand Slam (Wimbledon 2011 y 2014).

“Siento mucho no haber estado bien”, lamentó Kuznetsova. “No me gusta terminar así, porque Svetlana estaba mal”, reconocía la ganadora, que iguala en el palmarés de Madrid a Serena, con dos coronas, y eleva su segundo trofeo de 2015 tras el de Sydney.