El Madrid de Laso busca el pase a su tercera Final Four consecutiva

Cuarenta minutos en el Palacio de los Deportes son ‘molto longos’. Rememorando las hazañas del Madrid del miedo escénico en el Bernabéu de los años 80, el conjunto de Laso protagonizó el pasado viernes una memorable remontada europea en el segundo partido de la serie de cuartos ante el Efes turco (levantando 17 puntos de desventaja a falta de 13 minutos y otros siete en los últimos dos) que le permite disponer de dos match ball en Estambul para cerrar su acceso a la Final Four, el primero esta misma noche (20.55, Canal+ Deportes). En las dos últimas temporadas, en las que el conjunto blanco alcanzó la final del torneo, ha repetido el 2-0 de salida en la eliminatoria, pero mientras que en 2013 el Maccabi cayó por K. O. en el tercer asalto, el curso pasado el Olympiacos se resistió forzando el quinto encuentro de desempate.

“Sabemos que los playoffs son durísimos. Tenemos que ir partido a partido y queda trabajo por delante. El Efes siempre me ha parecido un equipazo. Tenemos la experiencia del año pasado y en Turquía, como en Grecia, nos espera un choque muy difícil. La eliminatoria todavía está abierta”, apuntó Laso antes de viajar al Abdi Ipekçi (donde el Madrid sufrió la primera de las 10 derrotas que suma esta temporada: 75-73 con un palmeo de Janning en el último segundo). El técnico analizó la estadística de rebotes como la clave principal (36-29 en el primer partido; 26-40 en el segundo, con 5-16 en los de ataque). “Estoy preocupado por el partido que hicimos el viernes pero muy contento con el del miércoles. En el segundo tiempo del otro día fuimos capaces eso sí de cambiar el ritmo del partido haciendo cosas diferentes. Pero el rebote es clave. Hay que controlarlo si queremos ganar”, contó.

“Siempre que consigues remontar un partido que parecía perdido ganas en confianza”, explicó Llull. “Sabemos los errores que cometimos y no hay que repetirlos porque en su casa no nos los van a perdonar. Estamos acostumbrados a jugar partidos tan seguidos y tenemos plantilla suficiente para afrontarlos con garantías. El equipo está bien físicamente, pero si nos clasificamos ya para la Final Four y podemos descansar un par de días, mejor”, dijo el menorquín, uno de los artífices de la febril remontada del viernes, que certificó la condición de fortín del Palacio. En competición europea, el Madrid tiene un balance de 25 victorias y una sola derrota en casa esta temporada; 93-8 en su sobresaliente recorrido de los tres últimos años. Ahora busca certificar, en territorio hostil, el pase a su cuarta Final Four en los últimos cinco cursos.

Una oda a la regularidad competitiva

La primera temporada de Laso en el banquillo madridista el equipo descarriló en el top 16, por entonces con tan solo seis jornadas, tras perder ante el Montepaschi en el Palacio y ante el Bilbao en Miribilla. Aquel curso 2011-2012, los blancos cerraron su participación europea con un balance de 12 victorias en 16 partidos y una media de 85,9 puntos y 37,7 rebotes. A partir de ese instante, la trayectoria europea del equipo es una oda a la regularidad competitiva. Rumbo a la Final Four de Londres en 2012, el Madrid descubrió un inédito gusto por la defensa que le llevó en volandas hasta el último partido en el O2. En el exigente escenario del playoff de cuartos de final, los de Laso abrumaron al Maccabi fortificando su canasta y solventaron la serie con un contundente 3-0. Tan solo encajaron 57,6 puntos de media (79-53; 75-63 y 57-69). La contabilidad del curso se cerró con 79,4 puntos y 36,7 rebotes de media, para un total 21 triunfos y ocho derrotas, una menos que el campeón: Olympiacos.

La temporada pasada, la eliminatoria de cuartos ofreció al Madrid la posibilidad de tomarse cumplida revancha con la tropa de Spanoulis y lo consiguieron, pero alargando la agonía hasta el quinto partido. Los blancos, que a esas alturas de la competición tan solo habían concedido tres derrotas, perdieron dos partidos consecutivos en Atenas (78-76 y 71-62) y tuvieron que regresar a su cancha para resolver el pase a la Final Four de Milán.

El Madrid de las remontadas

Este curso, la trayectoria del Madrid de Laso ha estado marcada por las remontadas a golpe de carácter. Desde la segunda jornada de la primera fase ante el Unics, cuando levantaron cinco puntos de desventaja en el último minuto hasta la exhibición de pasión ante el Efes. Para la colección, arrebatos como el de Kaunas cuando los blancos doblegaron al Zalgiris neutralizando nueve puntos de desventaja en los últimos tres minutos o parciales como el 7-29 ante el Dinamo de Sassari y el 20-5 también ante el Efes. Después llegaron las remontadas ante el CAI y el Joventut en la Copa (con parciales de 30-15 y 26-8 en los terceros cuartos) o alardes de funambulismo en la Liga Endesa ante el Joventut (levantando nueve puntos en los últimos seis minutos en la primera vuelta y siete en los últimos cinco en la segunda), Baskonia (con un triunfo sobre la bocina con un 2+1 de Llull tras ir 11 abajo) y Gran Canaria (con un parcial de 13-33 y 60 puntos en la segunda mitad tras ir 15 abajo).

La eliminatoria ante el Efes ha certificado esa capacidad de reacción. En el primer partido, con un parcial de 32-13 en 12 minutos y 26-10 en el último cuarto para levantar 11 de desventaja. En el segundo, con 45 puntos en los últimos 13 minutos y dos parciales de 23-5 y 15-3 para un volantazo histórico. Irregular en ocasiones, pasional siempre, así es el Madrid que puede certificar el pase a su cuarta Final Four en cinco años. “A veces ganar no es jugar bonito”, resume Nocioni, pragmático y resabiado. La espera por la novena Copa de Europa del club dura ya 20 años. “La clave es llegar al último día”, dice Laso, que lo ha conseguido en los dos últimos años, sin gloria al final. Este año, el último día es el domingo 17 de mayo, en Madrid.